Filip Bradaric fue ayer el rematador más destacado del Celta, a pesar de que Óscar García situó al croata como mediocentro defensivo, labores que compartía con un Okay Yokuslu que no encontró ayer una ubicación en el campo. Bradaric, sin embargo, se manejó incluso como tercer central cuando el Mallorca apretaba sobre la portería de Rubén Blanco. Y en el área rival, el balcánico se mostró como un rematador de larga distancia, pero Reina neutralizó sus tres buenos lanzamientos con intervenciones de mérito. Moviéndose entre las dos áreas, el céltico lució en Mallorca como un pivote de largo recorrido.