Wimbledon fue el primer Grand Slam en anunciar su cancelación. No una suspensión, no un aplazamiento. Lo hicieron con rapidez y el tiempo ha demostrado que tenían razones sobradas para ello.

La edición de 2020 no se celebrará. La organización ha perdido el dinero de las entradas, de parte de los derechos televisivos y de toda la publicidad que mueve uno de los eventos más prestigiosos del mundo del deporte. Pero ha ganado algo que ninguno de sus 'hermanos' de Roland Garros, US Open y Abierto de Australia han logrado.

Tras la epidemia de coronavirus SARS de 2003, la organización decidió pagar cada año 1,6 millones de libras para tener un seguro ante una situación de pandemia. Podría parecer algo demasiado exagerado en el momento, pero finalmente les ha resultado: el torneo ha recibido 114 millones de euros tras la cancelación por la epidemia del Covid-19, según informa 'The Times'. Se trata de la undécima cancelación de Wimbledon desde su primera edición en 1877. Las diez anteriores fueron provocadas por guerras, la 11ª, por el coronavirus, que la hará no ganar los casi 300 millones que factura con el torneo, pero le ayuda a paliar la situación.