Lo imposible se repite, contra su acepción. El Ilunion, campeón de Liga en 16 ocasiones, de Copa en 18, de Europa en 3, sucumbe ante el Iberconsa Amfiv. Es la segunda victoria viguesa en el Pabellón Canal de Isabel II: en noviembre de 2017, por 60-63;el sábado pasado, por 64-73. Lo que nadie más ha logrado en el siglo XXI.
Triunfos iguales en su dimensión épica y contrarios en su gestación. La temporada 2017-2018 fue la de los "cinco magníficos". Retiradas, lesiones, burocracia y austeridad se combinaron para dejar a César Iglesias con solo cinco jugadores durante la mayor parte de la temporada: Zavala, Alejos, Envó, Cronau y De Jong -a los que ayudó Comesaña regresando de su retiro-. Quedaron quintos. Entre sus gestas, la victoria en Madrid por 60-63 gracias a un triple de Envó en el último segundo de la prórroga.
Iglesias posee ahora mayor rotación, aunque la producción ofensiva descanse en Sandoval (18,2 puntos de media) y Alejos (21,9). El reto se presentaba igual de complicado. El Ilunión había ganado con claridad sus once partidos ligueros -apenas Bilbao (80-86) y Albacete (87-79) lo habían inquietado-. El Amfiv acumulaba siete derrotas. El inicio del choque, con un parcial de 22-4, auguraba un trámite pesaroso. El final se escribió a la inversa, con un parcial de 4-22.
"La victoria de 2017 fue más sonora. Nadie daba un centavo por nosotros", compara Iglesias. "En la del otro día se juntó un poco todo. Empezamos muy mal en porcentajes de tiro. Hay un momento en ellos de confianza excesiva. Nosotros aportamos lo que nos caracteriza este año, trabajo, silla, presión...".
Iglesias había imaginado lo que sucedió en la pista. El 55-75 de la primera vuelta, en el Pablo Beiro, había ocultado un tránsito más complejo. Bywater (43 puntos) aclaró el 51-59 del minuto 33. El técnico vigués anotó la enseñanza: "Les cuesta mucho jugarnos a este baloncesto de presión. Tienen mucha calidad pero pocos jugadores de trabajo". Bywater, aunque quiso otra vez romper el choque con siete puntos consecutivos (de 53-51 a 60-53), acabó siendo neutralizado (si bien firmó 28). "Ninguna vez se había visto a Ilunion sin ideas. Puedes ganarles, pero ellos siempre llevan la batuta y dependen de su acierto. En los últimos cinco minutos no supieron qué hacer contra nuestra defensa", se ufana Iglesias.
Una maniobra táctica suya propició la sorpresa. Ilunion alinea cuatro jugadores grandes en sus quintetos gracias al hándicap intermedio de torres como los hermanos Zarzuela (punto 3). Dispone de un coloso como Rodney Hawkins, de brazos interminables "con los que casi toca el tablero", que tapona cualquier grieta en la pintura. En consecuencia, "era muy difícil plantearles un cinco contra cinco".
Iglesias apostó por la velocidad de puntos bajos como Cronau y Sam Mack y del punto intermedio Julio Vilas. Con Mack y Vilas en pista, ordenó el "man-out": ambos bloqueaban a un rival grande como Hawkins en campo propio, en el inicio de la jugada ofensiva, y luego uno de ellos se descolgaba. "Así podíamos jugar cuatro contra cuatro, con espacios", culmina Iglesias.
A ese intercambio favorable de piezas se añadía la necesaria adición de otros factores. Mack (1,5 puntos por partido) y Lewis Edwards (9,1), todavía tiernos en su primera experiencia fuera de Inglaterra, no estaban sobresaliendo en acierto. Tampoco Vilas (5,8). El entrenador del Ilunion, Miguel Vaquero, tras estudiar los vídeos del Iberconsa, decidió flotarlos. También se le consintió el tiro a Edwards. "Sam y Julio aparecieron en las continuaciones, bajo el aro. En otros partidos hemos tenido ocasiones claras y no las hemos concretado. El otro día entraron todas. El rival juega a que Sam y Lewis tomen decisiones. Se vinieron arriba. Cogieron confianza. Al Ilunion no le salió el plan".
Vilas (10), Mack (10) y Edwards (11) alcanzaron dobles figuras para complementar a Alejos (23), Lorenzo (5), Cronau (6) y Sandoval (8). "Todos estuvieron enchufados y el Ilunion se sintió desbordado, frustrado ante tantos focos de atención. Un gran trabajo coral ". Alessandrini apenas disputó 16 segundos: "Fue la única pena, pero a ese nivel de silla... Franco es un jugador diferente, de tiro y de abrir el campo, no de velocidad. Pero a estos equipos no les puedes ir a un partido de cinco para cinco; con esa calidad te destrozan".
"Tenemos una plantilla muy joven y muy irregular. Podemos hacer cosas extraordinarias durante un tiempo y cosas desastrosas durante otro. Sería interesante tener continuidad", anhela Iglesias. Acepta que la velocidad, "darle al carro todo el rato", lastra la efectividad. El factor físico determinará la Copa del Rey, que se disputa el 22 y 23 de febrero en el Centro Deportivo Samaranch de Madrid y cuyo sorteo se celebra hoy. "Si el primer día nuestro desgaste no fuese muy elevado, podríamos estar peleando. Pero igual que otros siete equipos. Todos juegan competición europea menos nosotros y han metido bastante dinero en sus plantillas. Van a muerte. Cualquiera le puede ganar a cualquiera". Latía la duda de si el Ilunion compartía esa condición mortal. El Iberconsa ha demostrado que también sangra cuando lo pinchan.
