El Villalonga tenía un partido para asaltar al liderato y todo terminó saliéndole al revés. Desde la falta de puntería, hasta la lesión de su portero Aarón, pasando por la derrota ante un rival situado en posiciones de descenso y en la última acción del partido para mayor infortunio.

Quedó claro desde el arranque que al Villalonga le tocaba buscar los espacios ante un rival que se dedicó a protegerse buscando encontrar alguna contra, pero dando prioridad a dejar su puerta a cero. El dominio celeste fue incontestable y las acciones a balón parado originaron las situaciones más claras para marcar. También los vigueses dispusieron de alguna situación aunque muchas menos que las que tuvo un equipo celeste que hizo al portero rival el mejor jugador del partido.

La sensación de mayor merecimiento local fue en aumento en la segunda parte. Los palos también quisieron entrar en la discusión sobre el resultado al ser protagonistas a sendos remates de Bisti y Adrián Santos. La avalancha local, sumada a la ansiedad, también iba acompañada de ciertos riesgos que el Gran Peña pudo penalizar en alguna ocasión sin éxito.

Sería ya en el tiempo de descuento cuando una imprecisión celeste en zona defensiva permitió a Lafuente robar un balón entre defensores y lanzarse hacia la portería de Aarón para superarle en el mano a mano ya en el descuento y hacer un 0-1 que ya no tuvo posibilidad de respuesta. Una derrota que saca a los de Ricardo Fernández de las dos plazas de ascenso directo a Tercera División.