El Coruxo se aferra a la última plaza que clasifica para el play off de ascenso a Segunda División, tras la victoria lograda ayer en el campo de O Vao ante el filial del Sporting de Gijón. Un partido que le exigió a los vigueses un esfuerzo extra tras adelantarse los asturianos en el marcador, y que tuvo un final feliz con la victoria.

La ambición del Coruxo quedó reflejada en las declaraciones del técnico y jugadores tras la conclusión del encuentro en la que asumían el mal partido realizado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Una primera parte en la que efectivamente encajaron un gol en la, posiblemente, única ocasión clara de los asturianos, y que debió ser anulado al haber sacado el córner fuera de la zona habilitada al efecto. Pero un primer tiempo en donde consiguieron marcar el tanto de la igualada y disponer de tres ocasiones de gol muy claras con un disparo de Álex Ares que obligó a lucirse a Javi Benítez; una gran jugada por la banda derecha a la que El Ouatani no llegó por milímetros y una combinación del propio El Ouatani y de Antón que salió fuera por poco. Ya quisieran muchos.

Fue una primera parte en la que el filial asturiano le dio el balón a los vigueses, que tenían que elaborar el juego ofensivo desde muy atrás. Ellos los esperaban dentro de su área, presionando entonces para recuperar el balón y salir con velocidad a la contra. El problema para el Coruxo era el de siempre, que se generaban muchas ocasiones pero el gol no llegaba, y cuando esto sucede pasa lo de siempre, que llega el rival y en la primera ocasión que tienen marca. Fue una jugada a balón parado en donde los vigueses perdieron la concentración y Pelayo, llegando desde atrás, fusiló a Alberto.

Era importante saber la capacidad de reacción del Coruxo al verse por detrás en el marcador en esta nueva etapa del conjunto de O Vao. Los asturianos seguían muy metidos atrás, sin dejar huecos claros por lo que crear peligro. Sin embargo apareció David Añón, quien conectó un pepinazo desde el vértice izquierdo de su ataque que se coló por la escuadra haciendo inútil la estirada de Javi Benítez. Un gol importante porque llegó doce minutos después del gol asturiano, con lo que de esta manera evitaron que la situación se complicara, permitiendo que los jugadores del filial se crecieran y llegaran al tiempo de descenso con ventaja en el marcador. Aún así, el Coruxo pudo darle la vuelta al marcador antes del descanso, en dos ocasiones en las que El Ouatani tuvo un protagonismo especial.

En el tiempo de descanso, Michel Alonso hizo un cambio en el centro del campo para intentar sacarse de encima la presión del Sporting, pero la verdad es que no tuvo tiempo a comprobarlo, ya que en la primera jugada de la segunda parte, a los veinte segundos, una triangulación entre El Ouatani y Añón finaliza con el segundo tanto del último, consumando la remontada y poniendo por delante a los vigueses en el marcador.

Estábamos ante otro partido diferente, porque el Coruxo mantenía su dominio y el control de la parcela ancha, pero el Sporting de Gijón B ya no era el mismo de los primeros cuarenta y cinco minutos, e instintivamente se fueron metiendo hacia atrás dejando que los jugadores entrenados por Michel Alonso fueran cada vez ganando más y más terreno.

El partido quedó visto para sentencia nueve minutos más tarde, cuando un defensor del Sporting derriba a Mateo dentro del área y el colegiado señala el punto de penalti. El Ouatani fue el encargado del lanzamiento, subiendo el tercer gol al marcador.

Como no podía ser de otra manera, el filial asturiano estiró líneas buscando un tanto que los metiera de nuevo en el partido. Era un situación perfecta para los vigueses, que a la contra pudieron ampliar la ventaja, pero unas veces el guardameta asturiano, y otras las ganas de entrar en la historia del partido con un gol, hicieron que el marcador no se moviera, aunque el Sporting la tuvo a veinte minutos para la conclusión con un disparo de Mece que atajó Alberto.