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motociclismo - Motocross

Alba Fernández cabalga de nuevo

La redondelana, en la fase final de la recuperación tras su operación de rodilla, ha estrenado por fin su nueva 125 c.c. en el circuito de Abelleira

Alba Fernández, con su nueva moto en el circuito de Abelleira, el pasado fin de semana. // FdV

Después de algo más de cuatro meses sin poder subirse a la moto, la redondelana Alba Fernández por fin pudo el pasado fin de semana estrenar su nueva moto de 125 c.c., con la que competirá en el Campeonato de Portugal (MX Ribatejo), donde la pasada temporada se proclamó campeona en la categoría de féminas con solo 13 años.

Una rotura del ligamento cruzado y el menisco la obligó a pasar por el quirófano "hace tres meses y medio", puntualiza la piloto. Desde ese día inició la cuenta atrás para volver a subirse a su moto, una espera que se ha hecho eterna pero que parece llegar a su fin. "Realmente la lesión fue hace casi cinco meses aproximadamente", añade Alba Fernández, que disputó el 8 de septiembre su última carrera del Campeonato de Portugal femenino, en Aveiras, donde acabó primera pese a estar ya lesionada.

Ahora, aunque todavía no tiene el alta definitiva, ya ha recibido permiso del médico para probarse sobre la moto. "La recuperación ha ido incluso mejor de lo previsto, el médico está contento con mi recuperación y hasta me ha dicho que la mía es de las mejores recuperaciones que ha visto", presume.

A las dos semanas de pasar por el quirófano Alba ya había abandonado las muletas. Síntoma claro de su capacidad de lucha y superación. Ya ha acabado todas las sesiones de rehabilitación y, aunque de vez en cuando siente alguna molestia, no se alarma. "A veces me duele, pero ya le hemos consultado al médico e indica que es normal, así que no es nada preocupante", asiente. Así que ya ha vuelto a hacer Educación Física en el colegio y hasta se ha apuntado a clases de judo. "Empecé hace un mes en Redondela, acompañando a un amigo mío de toda la vida", bromea la deportista, haciendo gala de su espíritu inquieto y curioso.

Así que esperaba con ansiedad su vuelva al circuito, que se produjo el pasado fin de semana en Abelleira (Morgadáns), casualmente, el circuito en el que se lesionó. Al principio, debido a que el circuito "de casa" no se encontraba en condiciones óptimas, sopesaban la idea de desplazarse hasta Ourense para su primera toma de contacto, pero finalmente pudo probarse en Mogadáns al finalizar las obras de acondicionamiento a tiempo. Las sensaciones no pudieron ser mejores. "El primer día todo fue genial, pero al segundo ya me empezaba a molestar en las últimas mangas, pero solo era una molestia", tranquiliza la joven piloto, que realizó entrenamientos por libre.

Gracias a un grupo de patrocinadores (Elevaciones Rama, Rofervigo, Rodosa, Centro de Osteopatía Antonio Caballero, Carlos Alves, Construcciónes Alonso Montes, Carpintería Metálica EPG y Enrique Pereira González) esta temporada tendrá una nueva montura, que hasta ahora no había podido probar. "Me sentí muy cómoda con ella, mejor incluso que con la de 85 c.c.", apunta: "Al ser más grande amortigua mejor los baches".

Y mientras prueba la resistencia de su rodilla, ya piensa en la temporada que arranca el próximo 16 de febrero en Portugal para la categoría de féminas, aunque se teme que aún no tendrá el alta médica para ese día.

En un principio baraja correr en las tres modalidades que disputó el pasado año: la femenina, donde tras proclamarse campeona de la categoría en su primer año se pasará a la moto de 125; el mixto, donde lleva más tiempo compitiendo y en la que seguirá con la moto que tenía hasta ahora, de 85 c.c., y el Supercross, también con la de 85, y cuya temporada no pudo completar en 2019 a causa de la lesión.

El mayor problema es que "no vamos a tener mucho tiempo para prepararnos y este año será más difícil porque no he tenido la misma preparación del año y pasado y además voy a empezar con la moto nueva, teniendo solo un mes para adaptarme a ella, por lo que va a ser un poco complicado", reconoce. "Mi padre ya me ha dicho que me enfoque un poco más ya en el año que viene, que esta temporada haga lo que pueda, pero que lo importante es el año que viene, éste, como quien dice, está ya un poco perdido". De este modo, Alba Fernández se sacude la presión de un año que empieza condicionado por su recuperación, pero que no merma ni un ápice su ambición de volver a competir al máximo nivel y de volver a asombrar al país vecino con su destreza a lomos de su moto.

La carrera de Aveiras donde el pasado año se proclamó campeona en féminas la disputó con la rodilla rota. Salió con la intención únicamente de puntuar y acabó primera. No pudo correr la última carrera del calendario, pero ni falta le hizo, porque el título ya era suyo. Ese espíritu luchador es al que se aferra la redondelana para afrontar su nueva temporada, en la que será la rival a batir (es la vigente campeona de su categoría) y donde debe lograr en un tiempo récord su adaptación a la moto de 125. No hay reto con el que no pueda Alba Fernández.

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