El Coruxo cerró la primera vuelta del campeonato con los deberes hechos. Veintisiete puntos en su casillero que permiten ver la segunda parte de la Liga con optimismo, pero con la precaución que se necesita en una competición en la que dos derrotas consecutivas te pueden poner de nuevo en la picota del descenso.

Los vigueses afrontaban el primer partido del año con la alegría de contar con casi toda la plantilla completando una convocatoria y haciendo descartes, algo que no sucedía desde hacía mucho tiempo. Sin embargo la diosa de la fortuna no quiso que la satisfacción fuera plena, y en el calentamiento Youssef se retiraba lesionado al vestuario. Por fortuna esta vez hubo recambio, entrando Álex Ares en el "once", y Jacobo Trigo ocupó plaza en el banquillo.

El susto se pasó a los pocos minutos de comenzar el encuentro, concretamente en el tres. Fue la segunda llegada de los vigueses por banda, y desde la izquierda Añón cruzó el balón para que no llegara Xabi Irureta. Mejor no se podía empezar, aunque también era una situación que podía llevar a cierta relajación ante el colista del grupo. El Sanse se estiró, consiguió tener el balón, pero justificó de manera sobrada ser el cuarto equipo que menos goles lleva marcados. Únicamente un remate en plancha de Joel que se fue fuera, y un disparo de Pipe Sáez que se estrelló en la cepa del poste, fueron las señales de los madrileños en ataque.

Mediado el periodo, al San Sebastián de los Reyes se le acabó el fuelle. El Coruxo inició la presión en el centro del campo y comenzó a recuperar balones, que casi siempre acababan en los pies de un Mateo Míguez que ayer volvió a dar una lección magistral de lo que es jugar al fútbol con y sin balón. Únicamente le faltó el gol, a pesar de que tuvo varias ocasiones para lograr, pero en la mayor parte de ellas el esférico le llegaba a su pierna "mala" y el guardameta madrileño se hacía con el esférico.

Los defensores del San Sebastián de los Reyes tuvieron muchos problemas con los jugadores de banda del Coruxo. Si por un lado estaba Mateo, por el otro Añón doblaba a su defensor con relativa comodidad, disponiendo también de varias ocasiones para marcar. El miedo que había en la grada de O Vao era que tantos errores ante la meta rival al final le pasaran factura al equipo vigués, aunque la verdad es que tampoco el cuadro madrileño ofrecía sensación de peligro.

Tras el paso por el vestuario, el guión no se movió un ápice del de la primera parte. El Coruxo continuaba dominando el centro del campo, y los jugadores vigueses se encontraban cómodos. Las llegadas eran constantes y continuas, y los palos evitaron que Mateo y Añón, que continuaban con su particular castigo sobre los defensores rivales, sentenciaran el encuentro.

El partido quedó visto para sentencia en el minuto 71, cuando Mateo volvió a internarse por la banda izquierda, su disparo lo despeja el guardameta madrileño dejándolo muerto para que Álex Ares fusile sin piedad el que al final sería el tanto definitivo.

Si los dos goles ya eran castigo suficiente para el San Sebastián de los Reyes, a quince minutos para la conclusión del encuentro el equipo se quedaba con uno menos tras ver el central Tomás la segunda amarilla y tenerse que marchar al vestuario. A partir de ese momento el partido fue placentero para los vigueses, que llegaron al final del partido sin problemas.

Pendientes de la Copa

La jornada del próximo domingo ante el Pontevedra está en el aire para el Coruxo, que tendrá que esperar al miércoles para ver lo que pasa en el partido de la primera ronda de la Copa que disputan el Pontevedra y el Ibiza, suspendido en su día por el temporal de lluvia. Si el Pontevedra pasa la eliminatoria, el partido se jugará el miércoles 15 en O Vao. De perder, se jugará el domingo a las 16.30 horas.