Miguel Indurain, cinco veces ganador del Tour de Francia, disputará en 2020 la Titan Desert, una de las pruebas de bicicleta de montaña más duras del calendario y que se corre en el desierto de Marruecos, en el equipo KH-7 dirigido por el también exciclista Melcior Mauri y completado por su hijo Miguel.

Indurain estará, entre el 19 y el 24 de abril de 2020, en la decimoquinta edición de la Garmin Titan Desert. A sus 55 años, el ciclista navarro se unirá al equipo KH-7 que dirige Melcior Mauri y que cuenta con dos campeones de la prueba marroquí, Josep Betalú y Anna Ramírez. No obstante, Indurain afronta este reto con la intención de no fijarse en la clasificación general, sino de completar los más de 600 kilómetros de prueba por el desierto junto a su hijo.

Y es que el ganador de cinco ediciones del Tour de Francia, dos Giros de Italia, campeón del mundo contrarreloj y oro olímpico en Atlanta vuelve a competir, 23 años después de su retirada, en un escenario bien distinto. "Yo he hecho mucha carretera, Alpes, Pirineos... Todo eso ya lo conozco. Pero nunca he estado en el desierto y me apetece probar cosas nuevas. Será un desafío y una experiencia completamente diferente", explica.

Accedió a participar en la Titan Desert debido a la insistencia de Melcior Mauri, un buen amigo y también compañero de equipo en sus años de profesional. Mauri, ganador de la Titan Desert en 2007, es el director del equipo KH-7 y quería a Indurain en sus filas.

"Hacía años que iba detrás de él, le insistía para que se sumara al proyecto, y cuando me comunicó que sí, que vendría, fue un chute de emoción", reconoció Melcior Mauri. "Miguel es una leyenda en el mundo del ciclismo, he tenido la gran suerte de competir con él en el mismo equipo y el hecho de compartir ahora una aventura como la Titan Desert es un orgullo y supone un motivo de felicidad para todos", ahondó.

Mauri será una de las personas que acompañará a Indurain en el desierto. El otro integrante del equipo --correrán en equipo de tres-- será su hijo Miguel. "A ambos nos apasiona la bici y tenemos ese gusanillo ahí dentro. Hemos compartido pruebas con anterioridad, pero nada parecido a esto. Nuestro objetivo está muy claro: acabar la Titan Desert", destacó Indurain.

El navarro se retiró del ciclismo en 1996, y desde entonces ha participado en marchas cicloturistas, carreras de un día nacionales e internacionales, ha hecho triatlón como Embajador de Banco Santander, pero nunca ha tocado a nivel profesional la BTT. "Por lo que he podido saber, la Titan Desert no es tan técnica, es muy de rodar, y ese aspecto, para el que viene de la carretera, es positivo", afirma.