Un Espanyol sólido en todas sus líneas se llevó los tres puntos del Ciutat de València, donde consiguió una victoria más cómoda de lo que refleja el marcador (0-1) ante un Levante que hizo su peor partido de la temporada ante su afición y que nunca puso en peligro la meta rival.

Salvo en los minutos iniciales, que estuvieron nivelados, el conjunto catalán siempre dio la sensación de ir un paso por delante por intensidad, precisión en sus acciones y capacidad para defenderse sin necesidad de atrincherarse en su área. Con esta derrota, el Levante, al que se le atragantó la defensa de tres centrales del Espanyol, truncó una racha favorable en casa, donde no perdía desde marzo, y el equipo visitante alivia su situación clasificatoria, aunque aún debe remar para alejarse de la zona de peligro.

El encuentro se decidió en un córner rematado por Bernardo poco antes del descanso.