Una llamada inesperada, a causa de la lesión de Estela Doiro, permitió a la central Cecilia Cacheda formar parte de la concentración en el programa Objetivo 2021, desarrollado durante esta semana en Madrid.
- ¿Cómo ha ido esta semana de entrenamientos con la selección?
- La experiencia ha ido muy bien, como siempre, la verdad. Ha sido muy intenso y bastante cansado porque ha sido una concentración de mucha carga física y muchos entrenamientos, pero estoy muy contenta.
- ¿Se esperaba que el seleccionador Carlos Viver contara con usted en esta convocatoria?
- Sinceramente, no me la esperaba porque, además, fue por la lesión de otra compañera y se dio todo de forma precipitada. Yo estaba en Granollers el sábado por la mañana -donde el Liberbank jugaba con el KH-7- y me llamó Viver y me dijo que Estela (Doiro) se había lesionado y que le gustaría contar conmigo. Fue un poco jaleo porque después del partido en Granollers tuve que volver a Gijón, coger todas mis cosas e irme a Madrid. Llegué a Gijón a las seis de la mañana y a las siete estaba cogiendo el tren.
- Menudo trajín.
- Sí, pero es una gran experiencia y todo cuenta; cualquier sacrificio en este deporte es normal y merece la pena.
- ¿Cree que esta llamada de Viver responde al buen inicio de liga del Liberbank, tercero con los mismos 8 puntos que el Rocasa?
- La verdad es que en Gijón las cosas están yendo muy bien. Llevamos cuatro victorias contra equipos como Elche o Granollers, que el año pasado estuvieron arriba, y también en el plano individual estoy muy contenta, teniendo más minutos incluso de los que pensaba, también por tema de lesiones, pero creo que el equipo está funcionando y cumpliendo el objetivo que teníamos que era el de estar ahí arriba. Estamos peleando por entrar en los puestos de arriba y a ver si podemos competir por ganar la liga.
- Ya había entrado el año pasado en alguna convocatoria.
- Sí, ya había formado parte de alguna concentración del Objetivo 2021 y estoy contenta de entrar en la dinámica del primer equipo. Ojalá pueda consolidarme. El objetivo de venir aquí es tratar de hacer las cosas lo mejor posible, que vean que tienes la ilusión y la iniciativa de participar en más actividades y aportar, trabajar e ir entrando y si al seleccionador le gusta y está contento, pues yo encantada de acudir a su llamada de nuevo.
- ¿Cuesta entrar en un grupo con tanto talento en el que todas buscan un hueco en la plantilla absoluta?
- Al principio cuesta un poco. Llegas a una dinámica diferente a la de tu club, de trabajar tanto los sistemas de juego como una rutina diferente, pero a lo largo de la semana me fui encontrando más cómoda y la verdad es que hay muy buen ambiente y las compañeras se portan muy bien y eso hace que todo vaya de maravilla.
- Volviendo a la Liga, ¿cómo se presenta este año?
- Es una liga muy igualada y cualquiera puede perder en cualquier lado. Se ha recortado el número de equipos, ahora somos doce, y en cualquier cancha puedes perder. De hecho Granollers le ganó al Guardés, que va a pelear por todo, y luego llega a Alcobendas, que iba colista con cero puntos, y empata. Eso demuestra la importancia de sumar los dos puntos y enlazar rachas positivas, porque eso va a ser importante para estar arriba.
- ¿Y su adaptación en Gijón? ¿Le costó?
- La adaptación ha ido muy bien. Decidí venirme a Gijón porque se trataba de un equipo muy completo donde podía aprender mucho y donde mi compañera de puesto (Marizza Faria) es una jugadora muy experimentada y con un montón de bagaje en la Liga. Además tengo la suerte de que es una persona maravillosa que me ayuda en todo, tanto en lo personal como en lo deportivo, y también Diego Lafuente (el entrenador) y la directiva están confiando y apostando por mí y estoy muy contenta y muy cómoda.
- ¿Sintió temor de abandonar su zona de confort al irse de un club en el que llevaba toda una década?
- Siempre da miedo. Sobre todo a principios de agosto, cuando llegaba el momento de irme a Gijón me entró, por así decirlo, un poco de miedo. Los primeros días allí sí que fueron extraños pero al final todos me ayudaron mucho y la verdad es que estoy muy contenta. Antes de irme me propuse no tener que arrepentirme de nada, que iba a ir a muerte con la decisión que había tomado y ahora mismo creo que ha sido una buena decisión.
- ¿Cree que esa decisión le hará más fácil que Viver siga contando con usted en la selección?
- Bueno, lo cierto es que al Porriño le debo mucho en ese sentido, porque la primera llamada de Objetivo 2021 fue el año pasado cuando estaba allí y la primera llamada para la selección B llegó con Abel Estévez al frente del segundo equipo de España. Puede que influya el buen momento del Liberbank porque estoy a un buen nivel y estoy entrenando a un nivel algo superior y con un poco más de exigencia, pero en Porriño también me han ayudado a alcanzar este objetivo. Tengo mucho que agradecerle a Abel.
- ¿Qué opina del calendario de esta temporada y de los parones para estas concentraciones?
-Sí que es un poco raro estar parando y no tener tanta continuidad de partidos, pero este es un proyecto bueno, que puede dar sus frutos. El campeonato del mundo de 2021 es en España y hay que hacer un buen papel y, sinceramente, a las jugadoras, a nivel individual nos viene muy bien porque trabajar en una dinámica con un nivel superior, con las mejores jugadoras del momento, con las que más proyección tienen, siempre hace que mejores individualmente y que tengas la capacidad de adaptarte a un juego totalmente diferente.
- ¿Qué metas se fija entonces en este curso?
-Seguir igual con el equipo, seguir sumando y que peleemos por todo lo que nos proponíamos a principio de temporada: estar arriba en la liga, poder plantarle cara a todos y hacer un buen papel también en Copa y en todas las competiciones que juguemos. Luego, a nivel individual, quizá seguir contando para el seleccionador y seguir viniendo y mejorando, porque el objetivo es seguir creciendo.
