El Memorial Quino Salvo se reevalúa en cada edición a la hora de fijar su siguiente horizonte. El presidente de la asociación organizadora, Moncho Lago, certifica el éxito de la cuarta, aunque aplaza la decisión sobre la continuidad del torneo; que es, en todo caso, mucho más probable que la edificación de un equipo masculino vigués capaz de competir en la élite, aquello que Abel Caballero incluye cada año en su arenga. "Calma", replica Lago.

El memorial repitió agenda clásica: exposición fotográfica, torneo alevín en Praza do Rei y partido en As Travesas, con victoria del Alba Berlín sobre el Obradoiro (56-68). "A nivel de la calidad de los eventos, le daría un sobresaliente. Nunca doy matrícula de honor, no creo en la perfección", puntúa Lago, que admite: "Quedé un poquito decepcionado, no mucho, con la asistencia de público. Esperaba una mejor entrada, Vigo ya sabemos cómo es, una ciudad muy complicada. Hoy empezaban los colegios, otras circunstancias... Yo esperaba 3.000 personas y se quedó en 2.100". Añade su felicidad por la presencia de Epi, Romay, Garayalde o Casal, que estuvieron con Quino en el Europeo Júnior de 1976: "Han quedado encantados con la visita, dicen que contemos con ellos para lo que sea".

El presidente de la Asociación Quino Salvo no anticipa si habrá quinta edición en 2020: "Ahora hay que descansar, bajar el ritmo, esperar un par de meses, reunirnos en la asociación y hacer balance de lo que ha sido esto, también balance económico. Después, con calma, pensaremos si hay quinto memorial o no. Hay de todo, voces en la asociación que dicen que ya está bien, que hemos hecho un buen trabajo. Otras voces que pensamos que se puede seguir. Hay que debatirlo".

Entre los ritos o casi ya tradiciones del memorial está que el alcalde, en su discurso a los aficionados de As Travesas, augure un equipo vigués de baloncesto masculino que pueda militar en la élite. "Tenemos que hablar, Moncho", le dijo Abel Caballero. Lago analiza la situación. "Si somos objetivos, en Vigo tendría que haber un equipo como mínimo en LEB Oro", acepta. Enseguida advierte: "Es muy difícil. Por mucho que se diga que se quiere hacer un proyecto deportivo de ese nivel en Vigo, hay que ponerse a trabajar. Cuentan tres factores. Uno es el social y Vigo lo debe tener bien cubierto. Hay afición y gente detrás para poder soportar esto. Otro es el proyecto deportivo que hay que construir y se hace, no es lo más complicado. Pero existe un factor que es muy difícil en Vigo, que es el económico. Para montar un equipo en LEB hace falta dinero y debe venir de la iniciativa privada. No puede ser dinero que venga de las instituciones públicas. Y todos sabemos que no hay una cultura de patrocinio en el empresariado de Vigo. Eso nos lastra a nosotros, a las personas que podamos querer un equipo de baloncesto en la máxima categoría, y a muchas más actividades culturales, sociales? Calma".