Eslovenia plantó la bandera en la cima de Los Machucos con un magistral doblete a cargo del joven de 20 años Tadej Pogacar (Emirates), vencedor de la etapa y ya tercero en la general, y del líder Primoz Roglic (Jumbo Visma), quien reforzó la roja superando a los rivales directos en las rampas del durísimo puerto cántabro.
Pogacar quiere podio y de momento lo tiene. Al juvenil que triunfó en Andorra le sobra talento y descaro en cantidades industriales. Rompió el grupo de favoritos a 3 kilómetros de meta, se llevó a Roglic a rueda y ambos iniciaron el festival esloveno. Un arreón suficiente para entrar en meta al alimón. De nuevo golpes en el pecho de Pogacar. Segunda victoria en alta montaña, otra exhibición. A su lado, marcando un tiempo de 4h.28.26 en los 166 kilómetros entre Bilbao y Los Machucos, entraba Roglic con 27 segundos de adelanto sobre el francés Latour, Valverde y Quintana. Un pellizco, bonificación incluida, de 33 segundos.
Supermán López no pudo volar en las rampas de Los Machucos. Le pesaron las alas y cedió 1.01 minutos en meta, que le deja fuera del cajón, alejado ya a 3.18. Desde lo más alto ve Roglic la vida de color de rosa, o de intenso rojo. Le sigue Valverde a 2.25 y Pogacar pide paso desde la tercera plaza a 3.01.
El estadio de San Mamés volvió a rugir, ahora con los leones del pelotón, que surcaron el césped para iniciar una dura jornada con 7 puertos y el terrible de Los Machucos como final en alto.
Costó formarse la fuga del día, pero se salieron con la suya 29 corredores, nada peligrosos, pues el más cercano en la general era el colombiano Sergio Higuita a más de 10 minutos de Roglic.
La fuga se mantuvo intacta en los altos de La Escrita (3ª), de Ubal (3ª) y en el Collado del Asón (2ª), pero en Alisas (2a) empezaron los movimientos.
Astana, con Fuglsang y Gorka Izagirre de locomotoras echó abajo la aventura y seleccionó el grupo de "gallos", del que saltó primero Quintana a 5,4 de meta con un tímido ataque reducido por Pogacar, quien tiró de motor para destrozar el grupo.
El latigazo a 3 kilómetros de la cima del campeón esloveno contrarreloj fue tan duro como las rampas del 25 por ciento que convierten la subida de 7 kilómetros en un infierno, allí donde ya resulta suficiente mantenerse sobre la bicicleta. Cedió Valverde, se soltaron Quintana y "Supermán" llevaba plomo en las alas. Hoy se disputa la decimocuarta etapa entre San Vicente de la Barquera y Oviedo, de 188 kilómetros.
