El primero en sumarse al décimo aniversario de "la roja" que acredita al líder de la Vuelta a España fue el colombiano Miguel Ángel "Supermán" López merced al triunfo del Astana en la contrarreloj inicial por equipos de 13,4 kilómetros disputada entre las Salinas de Torrevieja y el centro de la localidad alicantina.

En un recorrido corto pero intenso, y favorecido por una caída que relegó al favorito Jumbo Visma al puesto 18 a 40 segundos, el Astana voló entre montañas de sal y lagos hacía la playa de Torrevieja a una media de 54.141 kms/hora, para marcar en meta un tiempo imbatible de 14.51.

"Supermán", de 25 años, tercero en el Giro y Vuelta en 2018 y uno de los favoritos para ganar esta edición de la ronda española, pasó primero por meta, más fuerte que ninguno, lanzado y dispuesto para quitar el precinto al primer maillot rojo, seguido del italiano Dario Cataldo y del danés y colíder del equipo Jakob Fuglsang.

Un triunfo por estrecho margen respecto al Deceuninck Quick Step, que cedió 2 segundos, Sunweb, que se dejó 5 y el Education First de Rigoberto Urán que perdió 7. A partir de ahí, López sacó tajada respecto a sus rivales directos.

El equipo favorito era el Jumbo Visma, blindado con Roglic y Kruijswijk, pero tras marcar el cuarto mejor tiempo en la mitad del recorrido, un charco de agua provocó una caída masiva en la escuadra holandesa. Cuatro corredores al suelo y retraso de 40 segundos en meta.

Infortunio para el Jumbo en una maldita curva a la izquierda que obliga a sus líderes a comenzar la Vuelta con una merma inesperada que les obliga a iniciar el combate con retraso.

Tomó nota el Movistar del percance del equipo rival, y como no era cuestión de quemar las naves, pasó en el punto intermedio en el puesto 12 a 13 segundos del Astana, tiempo que se incrementó en meta hasta los 16. Así que tanto Valverde como Quintana también se dejaron tiempo con López.

Cualquiera hubiera pensado que se encontraba en el Polo Norte a juzgar por las montañas blancas de sal de Torrevieja que sirvieron de escenario para el lanzamiento de la 74 edición de la Vuelta. Paisaje "nevado" a 30 grados de temperatura, sólo roto por el colorido de los maillot de los 22 equipos que se subieron a la lanzadera del monte salado.