La Agrupación Deportiva Vincios celebra asamblea extraordinaria el próximo día 23 en Gondomar. Su razón, los comicios presidenciales. Será la tercera vez desde agosto de 2018 que Vicente Pintos intenta renovar su mandato. Aunque logró unanimidad en las papeletas, sus dos anteriores reelecciones fueron anuladas por vía judicial a petición de Manuel Pereiro, su antecesor en el cargo. Los dos antiguos compañeros de directiva están enfrentados. Pereiro, también candidato a la presidencia a la vez que objeto de un proceso de expulsión, ha pedido a la jueza de primera instancia que pilote el proceso electoral. Le reclama a Pinto y a los socios que lo apoyan que se retiren.

Pereiro, uno de los fundadores del club de tenis de mesa hace 22 años, abandonó la presidencia en 2014. Pintos, secretario durante una década, fue nombrado presidente. Pereira siguió colaborando con el club hasta 2017, cuando le anunció a Pintos su intención de recuperar el mando. Su relación comenzó a agrietarse.

El Vincios tenía hasta verano de 2018 un equipo sénior masculino, que milita en la Superdivisión, y uno femenino, que había ascendido a División de Honor -la segunda categoría nacional-. La asamblea del Vincios aprobó ceder esa plaza al Illas Cíes, club creado en Vigo en 2017 y presidido por la mujer de Pintos, Luisa Barreiro. El objetivo de la directiva es promover el tenis de mesa en la ciudad olívica, de la que proceden varios socios y jugadores.

Pereiro considera que esta cesión de plaza "de balde" supone "una pérdida de patrimonio para el Vincios". Sostiene que la cesión se hizo fuera de plazo y de manera irregular, pues se estipuló como indefinida cuando el reglamento federativo obliga a concretar la duración. La Federación Gallega y la Federación Española no han aceptado sus requerimientos al respecto.

En cuanto al proceso electoral, el Vincios tenía seis socios cuando dejó la presidencia y ese número se ha incrementado hasta los 16 desde 2017, varios de ellos familiares entre sí.De Pereiro se consideró que se había dado de baja de manera voluntaria en 2014, cosa que él niega. El 23 de agosto, en una asamblea celebrada en el domicilio de Pintos, se ofició su reelección. Pereiro pleiteó y el Juzgado Número 11 de Primera Instancia de Vigo le dio la razón, invalidando los acuerdos de la asamblea. El club se allanó en diciembre. El 10 de abril se celebró otra asamblea ordinaria y extraordinaria. Pereiro, considerado otra vez socio por mandato judicial y también candidato, asistió y reclamó que se paralizase la reunión por no ser válida. Acabó abandonando el local en compañía de José Manuel González. Los otros diez socios -además de tres votos delegados- aprobaron la continuidad de Pintos. También la expulsión de Pereiro.

Ahora el Juzgado Nº11 vuelve a anular el acuerdo y el Vincios, a su vez, ha convocado una tercera asamblea el día 23. Además, Pintos y la vicepresidenta, María Belén González, han denunciado a Pereiro por coacciones. Este lamenta que se ataque a su buen nombre y cree que el objetivo final de la directiva de Vincios es trasladar también el equipo masculino a Vigo en busca de mejores subvenciones. Pereiro pide a Pintos y los socios que se retiren. Solicita a la jueza que tutele el proceso electoral. Critica el inmovilismo de la Xunta. "No voy a parar ", anuncia. Desde el Vincios se remiten a la resolución de los procesos judiciales.