Mientras el Lavadores pugna por el ascenso, el Tecdisma Octavio se asoma a su desaparición pero aún terquea. El club académico, principal referente del balonmano vigués desde la desaparición del Vulcano, ha concluido la temporada como colista de Primera Nacional Masculina. Las deudas lo ahogan. Pero aún no descarta ninguna opción deportiva ni un plan concursal que le conceda viabilidad.

Fundado por Octavio Rodríguez en 1968, en lo estrictamente balonmanístico, el Academia Octavio ha militado en la máxima categoría en numerosas etapas desde su primer ascenso en 1975. No ha podido enderezar el rumbo desde el descenso a Primera Nacional en 2016. Javier Rodríguez aún figura como presidente, pero de forma protocolaria. Su hermano Octavio y algunos exjugadores históricos regentan la entidad. Y no descartan salir a competir en Autonómica o incluso mantenerse en Primera Nacional. La Federación podría reestructurar el grupo A, haciéndolo otra vez íntegramente gallego. En cuanto a la situación económica, se presentó el preconcurso. El bufete de Carlos Mantilla lleva el proceso, que sigue pendiente de otras gestiones.