El Rápido de Bouzas se resiste a ser uno de los equipos que pierden la categoría antes de tiempo. A pesar del complicado calendario que le resta a los aurinegros, los jugadores ganaron ayer el crédito necesario para llegar muy vivos al final del campeonato.

El partido de ayer tuvo dos partes diametralmente opuestas. En los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, al equipo entrenado por Michel Alonso le costó meterse en el encuentro. Los jugadores canarios se encontraban cómodos sobre el campo, dominando la parcela central y llegando con peligro. La velocidad era su mejor arma, sobre todo con Kirian y Erik, que fueron los que asumieron el peso del equipo.

Sin embargo, y a pesar de esa teórica superioridad, solo crearon una única ocasión clara, a los doce minutos, cuando Carlos González se planta ante Brais, abortando el cancerbero boucense el peligro. Al Rápido le costaba llegar al área rival, y de hecho su primer disparo entre los tres palos llegó a la media hora por mediación de Youssef, que atajó Álvaro Vallés sin excesivos problemas.

Michel Alonso, entrenador del conjunto boucense, le recordó a sus discípulos en el tiempo de descanso el plan diseñado y ensayado durante toda la semana, ya que sus jugadores se habían olvidado de ponerlo en práctica en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.

El partido cambió radicalmente en la segunda parte, y es que no habían pasado ni dos minutos cuando Mouriño dispara con fuerza y Fabio intercepta el esférico con el brazo. El colegiado señala el punto de penalti ante las protestas de los jugadores y del banquillo del conjunto canario. Diego Diz fue el encargado de lanzar la pena máxima que significó el primer gol de la mañana, cambiando el partido radicalmente con muchos minutos todavía por disputarse.

Juan Manuel Rodríguez, entrenador del Las Palmas Atlético, no tardó demasiado tiempo en refrescar la banda, algo que ya había hecho tras la vuelta del vestuario. El técnico quería más velocidad en esa zona, lo que derivó que el choque entrase en una fase de ida y vuelta, donde los más beneficiados fueron los aficionados, que en gran número acudieron ayer al Baltasar Pujales. El cuadro canario tardó algunos minutos en rehacerse del tanto de Diz, pero en el minuto 62 Toni Jou golpea por detrás a Roberto, señalando el colegiado, sin dudarlo, el punto de penalti. Erik fue el encargado de transformar la pena máxima y devolver la igualdad al marcador. Comenzaba otro partido, donde el empate únicamente beneficiaba a los canarios, que podían aumentar su ventaja sobre los puestos de descenso.

El choque estaba marchando por buen camino, y en las bandas se generaban situaciones de gol que no acertaban a aprovechar. A medida que se acercaba el final del encuentro, el Las Palmas Atlético comenzó a retrasar líneas, y es que el empate no era mal resultado. El Rápido insistía por las bandas, sobre todo con la frescura que llegó con la entrada de Carlitos y Clausí. La mejor ocasión la tuvo Diz a diez minutos para la conclusión con un potente disparo que se estrelló en el palo.

El Rápido estaba lanzado, y a cuatro minutos para el final Javi Sánchez entra por la línea de fondo y es derribado por el portero canario. Diz lanza el penalti, Vallés despeja en primera instancia y el rechace vuelve a Diz, que remacha para certificar la victoria.