Una caída -aparentemente sin importancia- durante la penúltima etapa del Tour de Turquía alejará a Delio Fernández de la carretera durante tres semanas. El corredor moañés del Delko Marseille Provence sufre una fractura del metacarpiano de su mano derecha, una lesión que sin embargo no le impidió finalizar la carrera y conseguir un decimocuarto puesto en la general.

"Este está siendo un año difícil para mí", reconoce, aún con la desazón de una fractura que lo mantendrá demasiado tiempo alejado de la competición y que supone un paso atrás en su puesta a punto. Delio Fernández asume las lesiones como parte inherente de la vida de un deportista, pero reconoce también que, por fortuna, carece prácticamente de experiencia a la hora de gestionarlas. "Nunca he tenido problemas importantes y sin embargo en muy poco tiempo he tenido una luxación en el hombro y ahora esto", afirma.

La caída que originó su lesión se produjo en la etapa del sábado, con final en alto. Fernández se fue al suelo pero enseguida se levantó y pudo finalizar una prueba en la que atacó en los kilómetros finales y en la que entró en meta en el decimotercer lugar. "Hacía frío y quizás fue eso lo que ayudó a mitigar las molestias", señala, a la vez que añade que "la zona en la que tengo la fractura no apoya mucho en el manillar y pude acabar bien sin demasiado dolor". Pero a la llegada al hotel el médico ya le confirmó casi al cien por cien que padecía una fractura. A pesar de ello el moañés optó por correr la etapa del domingo y defender su decimocuarto puesto en una carrera ProTour. "Era una etapa más fácil, con buena carretera menos la entrada a Estambul, aunque la corrí con más problemas", admite. La clasificación final no acaba de dejarle satisfecho. "Tenía buenas piernas pero me dejé unos segundos y no pude estar entre los diez primeros, que era el sitio que me correspondía", afirma.

Tras la llegada a casa y hacer las correspondientes pruebas diagnósticas se confirmó la lesión: fractura limpia del metacarpiano, que no requiere de intervención quirúrgica. La previsión apunta a un mínimo de tres semanas para recuperarse. "Es un golpe duro, porque es el segundo en pocos meses, pero son gajes del oficio", reconoce el ciclista, que sufrió una luxación en el hombro tras caerse en el Tour de Provence. Esto le mantuvo casi dos meses sin poder competir.