El mejor Karim Benzema premió con un triplete la mejoría de imagen del Real Madrid, que tomó en serio la visita de un Athletic Club que ampliará a quince los años sin vencer en el Santiago Bernabéu. Autor de los ocho últimos goles ligueros del Real Madrid, en una marca inédita hasta la fecha, marcando cinco partidos seguidos por segunda vez desde que llegó. Auténtico referente del equipo.

Y eso que la irregularidad madridista y su particular penitencia invitaba a pensar al Athletic en que era buen momento para desafiar su historia reciente en el Bernabéu y lanzar su candidatura a Europa. Catorce años sin vencer en Chamartín. Trece derrotas seguidas hasta el empate del pasado curso. Una sangría que buscó corregir Gaizka Garitano imponiendo orden en sus líneas, con presión a media altura, asfixiante cuando recibía Modric para no dejar jugar al rival. En el primer acto logró anular al Real Madrid. Herrerín no recibió ni un solo disparo. Pero se palpaba una mejoría en la actitud de los madridistas.

Las dos partes fueron radicalmente distintas. Si la primera dejó un solo remate a puerta, en un testarazo blando de Raúl García, la segunda desató una buena imagen del Real Madrid. Al enésimo intento de Asensio desde la izquierda encontró el premio. Yerai no llegó e Íñigo no fue por cubrir su espalda. En medio apareció el mejor cabeceador de la Liga, Benzema, para no perdonar.

Nunca se levantó del golpe el Athletic. Le faltó fútbol y sobre todo fe para hacerlo. El Real Madrid ganó confianza. Hasta una discusión, entre Lucas y Casemiro, era un muestra de que sin nada en juego también se puede poner seriedad en el campo. El único momento de duda madridista, cuando el Athletic adelantó metros buscando un punto, coincidió con la salida al campo de Isco y un Bale sentenciado. El galés fue silbado por su afición con cada balón que tocó. Empujado por la presión ambiental hasta a fallar un mano a mano con todo para marcar. Ya estaba Benzema para evitar cualquier reacción. Otro error en el marcaje de Íñigo lo castigaba con un nuevo cabezazo a la red tras saque de esquina y la sentencia al duelo.

Los intentos del Athletic, con un zurdazo de Raúl García y un remate a bocajarro de Williams que sacó brillantemente Keylor acabaron en impotencia en un final con triplete de Benzema y el castigo a otro error. Una mala salida de Herrerín dejó el balón a Bale que regaló el tanto a Karim para poner el broche a un partido en el que dejó su nombre para la historia del Real Madrid.