En el descanso del partido del pasado domingo entre el Choco y el Céltiga, Cortegoso -capitán de los redondelanos- se acercó a Antón Vilas y le dijo: "Tira todas las que tengas porque se ve que hoy da igual lo que hagas porque van a entrar". El mediapunta llevaba en ese momento dos goles en otros tantos disparos. Tras la reanudación añadió otros tres para lograr un répoker extraordinario: "Creo que disparé cinco veces en todo el partido...tal vez seis. Pero vamos, tengo la sensación de que todo lo que chutaba acababa dentro de la portería". El futbolista de Nigrán califica como "surreal" la situación: "Es complicado de explicar porque son de esas cosas que no logras entender ni tienen una razón de ser. Todos los balones me caían a mí, los rechaces acababan en mis pies y cada remate que hacía era gol. Es curioso porque precisamente llevaba una temporada en la que los disparos o se iban al poste o los paraba el portero y apenas cogía un centro. Todos eran para Félix que por algo es nuestro máximo goleador. Pero justo el domingo parecía tener un imán para el balón, siempre venía hacia mí..."

Vilas, un mediapunta de 23 años que vive su segunda temporada en el Choco después de una interesante carrera que le ha llevado desde los juveniles del Val Miñor al Areosa, Rápido de Bouzas, Izarra, Arosa y Choco, llevaba solo dos goles en lo que se llevaba de temporada. Y de golpe anotó cinco en una luminosa tarde de marzo que nunca olvidará y que ayer le tenía colgado del teléfono: "Es algo increíble. Son cosas que me han pasado alguna vez cuando tenía once, doce o trece años. A esa edad resulta incluso habitual. En juveniles con el Val Miñor marqué cuatro en un partido, pero en senior no he estado ni cerca. En el Rápido de Bouzas, por ejemplo, la temporada que más goles marqué en toda una temporada fueron cinco. Y mira, de golpe los marco en un solo partido".

Explica el futbolista lo caprichoso en ocasiones del fútbol y recuerda la conversación que tuvo hace unos días con su entrenador. Gonzalo Fernández le alababa por su partido pero le insistía en la necesidad de mejorar en la definición: "Es algo que uno como mediapunta escucha muy a menudo. 'Si tuvieses un poco más de gol...' te suelen decir. El otro día el entrenador me lo comentaba y de repende, en el siguiente partido, marco cinco goles. Hoy -por ayer- se lo voy a recordar" comenta entre risas.

Los cinco goles de Antón Vilas se convirtieron en la comidilla del vestuario. Aunque la Tercera División está lejos del fútbol profesional en el que ya existe el trámite protocolario por el cual un futbolista que anota tres o más goles se lleva la pelota para casa, el Choco y sus compañeros tuvieron el detalle de regalarle uno de los balones con los que se jugó el partido: "Les pediré también que me lo firmen para guardarlo porque es un recuerdo único".

Antón Vilas también concede un enorme valor a los cinco goles porque sirvieron para sumar un nuevo triunfo que tiene a los de Redondela con 41 puntos en la octava posición del grupo primero de Tercera División. Lejos del descenso y a ocho de la cuarta posición. "Hay que tener cuidado por culpa de los arrastres que puede haber esta temporada, pero estamos cerca del objetivo de 45 puntos que nos habíamos puesto para asegurar la permanencia. Y una vez conseguido, pues por qué no soñar". Es verdad que la desventaja de ocho puntos con el cuarto clasificado -la UD Ourense en estos momentos- es importante, pero Vilas recuerda que "aunque hay equipos muy buenos en la zona alta y fuera del play-off ahora mismo, no es menos cierto que llevamos trece partidos sin perder y si seguimos esa racha...a lo mejor llegamos a dos o tres partidos del final con opciones. Vamos a verlo". Mientras tanto cuida el balón que toda la vida le recordará el 17 de marzo de 2019, el día en que sentía que podía estar marcando goles toda la tarde.