Pep Guardiola puede poner hoy (17:30 horas), sobre el césped de Wembley, la primera piedra para el póker de títulos que ansía este curso y Maurizio Sarri firmar su sentencia como entrenador del Chelsea, a menos que los 'Blues' se reivindiquen y sorprendan al City en la final de la Copa de la Liga inglesa.

El vigente campeón ya aplastó al Arsenal hace un año en este mismo torneo y esta vez llega a Wembley con mejores sensaciones incluso, para enfrentarse a un rival -al que goleó 6-0 hace dos semanas- lleno de dudas y desconfianza hacia Sarri.

Los de Guardiola se plantan en el templo del fútbol inglés tras haber demostrado su resiliencia en la Liga de Campeones, donde remontaron con un hombre menos, por expulsión de Nicolás Otamendi, al Schalke 04.

Las opciones del técnico español son amplias y después de la actuación de Leroy Sané en Alemania, saliendo desde el banquillo y desatascando el encuentro con un magnífico lanzamiento de falta, el extremo podría ser titular.

Sus once goles esta temporada le convierten en el tercer máximo goleador del equipo, por detrás de Raheem Sterling (14) y Sergio Agüero (20), que parecen indiscutibles en el equipo inicial.

Con un Kevin de Bruyne aún sin estar a tope y con las dudas en el carril izquierdo, donde Guardiola tendrá que decidir entre entregárselo a un central como Aymeric Laporte, que ya ocupó ese puesto en el Athletic, o a un jugador más habituado a esa posición como Oleksandr Zinchenko.

Más dudas tiene el Chelsea, quien además ve revueltas sus aguas no solo por la inestabilidad en el cargo de Sarri si no también por sus problemas institucionales, después de que la FIFA les haya sancionado con no poder incorporar jugadores en dos ventanas de fichajes.