Expulsiones, balones al palo, protestas al colegiado, goles anulados. Un derbi con todas las letras.

Porque fue un partido de nervios, para sufrir? y se lo llevó el más necesitado. Rl Sárdoma tuvo la suerte de cara en el segundo periodo y huye de la losa del farolillo rojo.

¿Mereció perder el Valladares? No. Pero Gabi Couñago y su equipo pagaron un primer tiempo en el que el Sárdoma les ganó la batalla en el centro del campo y utilizó el carril izquierdo, con Mayra y Yaiza formidables, para masacrarlos.

No es la primera vez que la banda derecha del Valladares flojea y por ahí se crea una vía de agua. Con todo, el sino del encuentro podía haber sido otro. Saque de esquina, Sara no bloca y Tamara marcaba. Minuto 16 y el árbitro, en primera instancia, parecía conceder el gol. Pero no. Anulado por falta a la guardameta.

Dos minutos después, desajuste defensivo y gol de Yaiza, su tercer tanto en cuatro partidos. El Valladares lo pasaba mal. Apenas creaba y en internada por la banda izquierda, Mayra centraba, la zaga dejaba el balón muerto dentro del área y la argentina lo golpeaba de derecha para que Judit se lo desayunara entre su salto y el larguero.

¿Todo decidido? Eso parecía hasta que apareció Trabazos. Anita sufrió una falta en la banda izquierda del ataque blanquiazul y la ariete la lanzó con su potencia habitual. Gol. Sara la quiso blocar, pero el cuero se le acabó colando a la red. El tanto llegaba justo cuando el Valladares estaba grogui. La delantera también había hecho el 2-1 en As Relfas, a la postre el principio del fin sardomista.

Y, de hecho, la historia estuvo a punto de repetirse. Con todo el segundo periodo por delante, el fútbol cambió de propietario. El Valladares salió a engullir al oponente. Achicó el campo con una presión extraordinaria, embotelló al Sárdoma, que ya no salía con claridad, y buscó con fe el empate.

Y en el minuto 87, la polémica. En un saque de esquina, Sara Alonso despejaba mal, el balón quedaba a dos metros de la portería y, casi tras una melé, Marta clavaba el gol de zurda, el línea lo daba por bueno pero el colegiado lo anulaba por un fuera de juego que físicamente resulta imposible explicar. La protesta de Couñago le costó la expulsión.