El seleccionador español de balonmano, Jordi Ribera, se mostró optimista con relación a las molestias en el codo que obligaron al extremo Ferrán Solé a abandonar la pista antes de la conclusión del choque con Islandia, aunque como advirtió habrá que esperar.

"En principio esperemos que no tenga nada. Salió de la pista por precaución, porque decía que se notaba una sensación rara, pero ahora, hablando con él en el vestuario, me ha dicho que estaba mucho mejor, pero tenemos que esperar un poco de tiempo para ver qué tal va el codo", señaló Ribera. Problema que se une al proceso gripal por el que atraviesan varios jugadores de la selección, como el extremo Ángel Fernández, que apenas pudo participar ante Islandia por este motivo.