José Ángel Fernández Sedano, Cerillo para el siglo, aspira a presidir la Federación Gallega de Balonmano. El ex jugador del Academia Octavio acudirá a las elecciones, que se celebran el próximo 15 de diciembre, con José Luis Pérez Ouro, mandatario federativo durante los últimos doce años, como su aliado. El vigués tendrá como adversario en las urnas a Bruno López, que durante once años formó parte de la estructura creada por Ouro hasta que hace algunos meses se produjo el divorcio entre ambos. El futuro del balonmano gallego, a expensas de las maniobras que puedan producirse durante las dos próximas semanas, queda así en manos de los sesenta compromisarios que fueron elegidos el pasado día 9 en las elecciones a la asamblea general.

Bruno López (Carballo, 1984) ocupó diferentes cargos bajo la presidencia de José Luis Pérez Ouro hasta convertirse en director técnico de la Federación Gallega. Hace pocos meses ambos separaron sus caminos. Aluden a discrepancias, desgaste... López ha seguido trabajando para la Federación Española, en el departamento de eventos. Pero a la vez ha ido moviendo sus piezas en el tablero gallego. Y aunque ha tardado en hacer oficial su candidatura, ha cocinado con lentitud este movimiento. Asegura que las cuentas le salen.

Pero Bruno López ha mirado a su vez de reojo a José Luis Pérez Ouro. El veterano presidente nunca muestra sus bazas de forma prematura. Ya amagó con retirarse al final de su anterior mandato y ha repetido esa apariencia de ambigüedad, mientras a la vez diseñaba su propio plan.

Ninguno de los dos bandos quiere cargar con dureza contra el rival. Resultaría absurdo, tras una convivencia tan larga, y entre ellos persiste la relación personal. Así que la dialéctica resulta suave e inconcreta. Bruno López alega la necesidad de un cambio generacional, de aportar ideas frescas. José Luis Pérez Ouro entiende que su antiguo ejecutivo, aunque útil en la parcela deportiva, no posee el perfil adecuado para ostentar la máxima representación institucional.

Y es en esta situación en la que aparece José Cerillo (Vigo, 1980). El extremo es un histórico del balonmano gallego. Militó durante 24 temporadas en el Academia Octavio. Y también tiene experiencia en los despachos. En el club académico asumió responsabilidades administrativas. Ha participado en la organización de grandes eventos, como la Copa del Rey. Y no se ha desligado del deporte. Fue el encargado de urdir el proyecto de un Celta de balonmano que estuvo en la rampa de salida, aunque al final las disensiones entre el Concello de Vigo y el club celeste impidieron su nacimiento. Posee además contactos en el mundo de los negocios a través de su firma empresarial y es el actual gerente del Real Aero Club de Vigo.

Cerillo y su equipo acudirán a las elecciones de la mano de José Luis Pérez Ouro. El vigués quiere dar continuidad a la política que Ouro ha practicado, si bien con innovaciones, desde su propia personalidad. Cerillo y Ouro también están seguros de que la aritmética asamblearia les sonríe. El plazo para la presentación de las candidaturas concluye mañana viernes. Cerillo presentará hoy los avales, formalizando el trámite.

Porque los candidatos afrontan dos semanas de campaña con las cartas ya barajadas teóricamente desde esas elecciones a la asamblea del 9 de noviembre. Quedan dos semanas hasta la reunión que el 15 de diciembre decidirá en el salón de actos de la Casa do Deporte de Vigo, en Luis Ksado, quién sucede a Pérez Ouro. Son sesenta los votantes: 42 en representación de los clubes, 12 de los jugadores, 3 de árbitros y 3 de entrenadores.