A la octava fue la vencida: el Pontevedra consiguió por fin los tres puntos en El Plantío, un escenario que había visitado siete veces con anterioridad y del que jamás logró llevarse el preciado botín. Lo hizo ante un Burgos lastrado por la presión ambiental y al que el tanto de Pedro Vázquez al filo de la media hora puso todavía más contra las cuerdas. Además, la victoria granate provocó la destitución tras el partido del técnico blanquinegro José Manuel Mateo. Por su parte, los pupilos de Luismi suman cuatro jornadas seguidas sin conocer la derrota y las mismas sin encajar un solo gol.

Y es que al choque llegaba el cuadro lerezano cargado de optimismo tras los últimos resultados ante conjuntos de la categoría con mucho empaque. Únicamente sumaba dos puntos más (10) que su rival, pero con sensaciones totalmente antagónicas. Y es que a pesar que la entidad burgalesa había conseguido ganar en su última aparición, el aire que se respiraba en torno al equipo y la figura del entrenador era de todo menos halagüeño. El Pontevedra supo jugar sus cartas ante un endeble adversario y al final aguantó con uno menos para sumar tres valiosísimos puntos en un Plantío que volvió a pedir la marcha de José Manuel Mateo y que vio concedido su deseo una vez concluido el duelo.