Primera victoria de la temporada para el Porriño Baloncesto Base, que se sacó la espina de la derrota en la prórroga de la semana pasada, venciendo en esta ocasión a un Rosalía de Castro que se presenta como un rival directo en la lucha por la permanencia.

No empezaron bien los porriñeses. La presión del primer partido ante sus aficionados, la presión de la grada, y el propio rival, propiciaron que el equipo no estuviera cómodo en la cancha, controlando el partido el conjunto santiagués durante los primeros diez minutos de juego. Malas selecciones de tiro y una floja defensa permitieron la ventaja local, pero en el momento en el que parecía que el Rosalía podía abrir brecha, siempre aparecía un lanzamiento exterior que abortaba el despegue.

Sin embargo, las cosas cambiaron en el segundo cuarto. Jenaro Alonso les recordó a sus jugadores la importancia de intensificar la defensa, y en el momento en el que estos lo hicieron, la cosa cambió. Los porriñeses no se amilanaron a pesar de la desventaja bajo los aros, al final atraparon diez rebotes más que los santiagueses y la diferencia comenzó a reducirse.

A los tres minutos, el Porrriño BB se ponía por delante en el marcador, y ese fue el punto de inflexión del encuentro. Los jugadores se dieron cuenta entonces de sus posibilidades, creyeron en ellos, y a pesar de los intentos santiagueses se mantuvieron siempre por delante en el marcador.

En los últimos diez minutos de juego, el Rosalía se volvió loco, con lanzamientos sin tener la posición ganada y excediéndose en los intentos de triple, dos de veintiuno en esta faceta, lo que sin lugar a dudas hizo mucho más cómodo el juego de los porriñeses, que al final del encuentro celebraron con los suyos esta primera victoria que, de momento, los deja cuartos.