La nueva selección española de Luis Enrique, arranca en un duelo de enjundia en el mítico Wembley, ante Inglaterra, en el inicio de una nueva era sin Andrés Iniesta y un puñado de futbolistas que han hecho historia, con nuevas caras y un estilo que debe ser retocado.

El Mundial de Rusia fue una nueva decepción que impulsó la revisión del estilo del éxito. España conquistó el mundo y Europa en dos ocasiones consecutivas, con un grupo de jugadores irrepetibles que dejaron un sello que no debe perderse, pero sí modificarse. Para ello llega Luis Enrique, un técnico ganador y de mano dura, que tiene clara la identidad que debe tener la Roja.

La Liga de las Naciones recién estrenada representa el debut más duro para Luis Enrique. Desde 1988 no cae derrotado un seleccionador español en su estreno, cuando lo hizo Luis Suárez ante Yugoslavia. En esta ocasión no hay partido amistoso y sí dos duelos de alta dureza ante dos selecciones que brillaron en la gran cita de Rusia, Inglaterra y la subcampeona, Croacia.

Bajo un sistema de 1-4-3-3 de Luis Enrique, que extiende el más empleado por Lopetegui en una inmaculada fase de clasificación mundialista, aparecen numerosas dudas por despejar en las primeras apuestas del seleccionador. Se inician en portería donde la mala imagen de De Gea en Rusia generó un debate sin freno con Kepa. Ya en el Chelsea y rindiendo con presión puede llegar su momento.

En defensa Ramos busca nueva pareja sin Piqué. Nacho parte con ventaja por los automatismos adquiridos en el Real Madrid sobre Albiol que tiene mayor experiencia en la selección con sus 51 internacionalidades. La banda izquierda busca dueño y será Marcos Alonso, con Carvajal asentado en la derecha.

Busquets busca nuevos compañeros de batalla en la medular y en función de la apuesta de Luis Enrique será el perfil de España. Los favoritos Thiago y Saúl, pero tiene opciones con Rodri, Sergi Roberto y Ceballos. En punta sin Diego Costa, baja por paternidad, se abre la bonita pelea entre Rodrigo y un Morata liberado de todos los problemas que le acabaron dejando fuera del Mundial. Iago Aspas, que se estrenó con la Roja dejando su huella en Wembley con un golazo, espera su oportunidad.

Inglaterra, por su parte, arranca su andadura en la Liga de Naciones con el buen sabor del Mundial aún presente en cada uno de los componentes del equipo. Con la necesidad de que las sorprendentes semifinales de los ingleses no queden en una anécdota del pasado, el técnico Gareth Southgate ha puesto en marcha un plan de asentamiento en la selección que espera recoger sus frutos en los próximos años.

El objetivo es que los más jóvenes lleven el peso del equipo y la vieja guardia quede atrás, como ha demostrado la negativa a continuar en la selección de piezas clave como Gary Cahill y Jamie Vardy.