Sentimientos a flor de piel y lágrimas, muchas lágrimas, llenaron ayer el campo de O Vao en el acto en recuerdo de Fabio Soto Moreira, jugador del Coruxo que falleció la semana pasada en Malta en un trágico accidente.

Andrés Soto y Magali Moreira, los padres de Fabio, reconocían sentirse sobrepasados por la masiva afluencia de personas a un acto que querían dedicar a la juventud, la misma que se truncó para Fabio en su viaje de fin de curso.

Sus compañeros de viaje futbolístico recordaban la pasión de Fabio Soto por el 'deporte rey' o, como recordaba su padre, aquella noche sin dormir cuando supo que lo había inscrito en el Rápido de Bouzas. Si hay un adjetivo que se ajusta perfectamente a Fabio Soto es el de sacrificio, ya que todos sus compañeros, tanto del Coruxo como del Rápido, destacaron el esfuerzo máximo que ponía cada vez que se vestía de corto.

Pero no solo el mundo del fútbol estuvo con Andrés y Magali ayer. Sus compañeros de curso lo recordaban con esa sonrisa en los labios y esa afirmación de que siempre hay que tirar para adelante. Posiblemente sus compañeros de escapada fueron los que vivieron los momentos más duros, cuando de repente se dieron cuenta que Fabio ya no estaba a su lado y algo había pasado.

El acto lo cerraron sus padres, que después de hacer un recorrido por la vida de Fabio Soto, quisieron agradecer las muestras de cariño mostradas, tanto de los jóvenes que acudieron en masa al acto, como de los adultos que también quisieron homenajear a su hijo. Seguro que Fabio Soto, donde quiera que esté, disfrutaría con la enorme ovación que le dedicó el campo de O Vao, su campo.