Hay momentos en los que un tenista se encuentra cómodo y feliz sobre la pista. El suizo Roger Federer lo demostró ayer al batir al eslovaco Lukas Lacko por 6-4, 6-4 y 6-1 para avanzar a la tercera ronda de Wimbledon sin ceder un set aún, definiendo su juego y tomando impulso, y ya con 26 parciales seguidos ganados en el All England Club.

"He jugado muy bien, mejor que en primera ronda (contra el serbio Dusan Lajovic), concentrado, golpeando bien, mezclando golpes planos con cortados", dijo el ganador de ocho coronas en Wimbledon, que cuenta ya con 93 victorias en este torneo (solo 11 derrotas). "Ahora ya tengo el ritmo y veremos qué sucede en los próximos encuentros".

El rival del suizo en tercera ronda será el alemán Jan-Lennard Struff, que derrotó a Ivo Karlovic por 6-7 (5), 3-6, 7-6 (4), 7-6 (4) y 13-11, después de una tremenda batalla en la que el gigante croata conectó 61 saques directos, que no le sirvieron de nada. Karlovic se va del torneo con 97 'aces', líder hasta el momento en este apartado.

El cañón del brazo derecho del canadiense Milos Raonic, con 34 saques directos, y 52 en dos partidos, sí le valió esta vez al finalista en 2016 para vencer al australiano John Millman en tres desempates idénticos: 7-6 (4), 7-6 (4) y 7-6 (4).

Por su parte, Serena Williams, antigua número 1 del mundo, se impuso ayer a la búlgara Viktoriya Tomova, 135ª del mundo y salida de la fase previa, en dos sets (6-1, 6-4).