La selección de Japón está cuajando un notable mundial que le permite llegar con todas las opciones de clasificar para octavos de final a la última jornada. A su sufrida victoria contra Colombia por 1-2, aprovechándose del penalti y expulsión cometido por los cafeteros nada más iniciar el choque, le ha seguido un empate frente a Senegal este domingo. Los nipones merecieron la victoria además. Este choque dejó una marca para la historia: El talentoso Keisuke Honda marcó tras entrar en el segundo tiempo al encuentro y ya es, con cuatro goles en tres Copas del Mundo, el máximo goleador del continente asiático en la historia de los mundiales.

Además, a sus 32 años, Honda está teniendo una importancia capital en este torneo pese a no ser titular para el seleccionador Akira Nishino. En el primer encuentro dio una asistencia de gol en un saque de esquina. En la fase de clasificación para llegar a Rusia 2018, Honda contribuyó con siete tantos.

Este trotamundos del fútbol, que destacó en el AC Milan y que ahora juega en la Liga Mexicana para el Pachuca, es una auténtico ídolo en Japón y todavía exhibe la que sin duda es una de las mejores zurdas del Mundial. Entre sus pequeños problemas físicos y la calidad que atesora en la medular Japón, Honda ha arrancado desde el banquillo en los dos encuentros disputados hasta la fecha. Kagawa, el extremo Inui que está cuajando un torneo sobresaliente, o la pareja de doble pivote formada por Hasebe y Shibasaki son las principales armas de Japón a las que se suma el central Yoshida y sobre todo el lateral del Inter de largo recorrido Nagatomo.

Keisuke Honda contó en varias entrevistas que se dedica al fútbol por un vídeo con jugadas de Pelé que le puso su padre cuando era un niño pequeño. Ahí se quedó prendado de la pelota, en una época en la que el fútbol en el gigante asiático distaba mucho de ser el deporte de masas que es hoy en día, en donde incluso es capaz de contar con Andrés Iniesta para su próxima temporada liguera.

Inconfundible con su 1,81 de altura y su pelo siempre teñido de rubio, Honda destaca por su juego a los espacios y su calidad en los pases. Suele ganar balones aéreos pero sobre todo sus puntos fuertes son los disparos desde larga distancia y los libres directos, producto de su gran zurda. El gol anotado contra Senegal no solo le permite sumar cuatro dianas mundialistas por primera vez para un asiático, sino que le hace entrar en el club de los jugadores que han marcado en tres Copas del Mundo distintas.

Su último año en el Pachuca acabó con 13 goles en 36 partidos. Aunque parece que no continuará en la Liga MX y volverá a hacer las maletas. Es un trotamundos que prueba en todas las ligas en las que puede demostrar su talento.

Su debut como profesional se remonta al año 2005. Jugó tres temporadas en la primera división japonesa con el Nagoya Grampus. No destacó tanto por su olfato de gol como por su calidad en las asistencias. Comenzó en enero de 2018 su periplo internacional fichando por el VVV-Venlo de la Eredivisie holandesa. Permaneció tres campañas en dicho club, con el que sufrió un descenso pero al que devolvió a la Eredivisie ya como su máxima estrella. Sus actuaciones en el fútbol holandés hicieron que sonara para grandes europeos. Sorprendentemente, en diciembre de 2009 acabaría vendido al CSKA de Moscú por 9 millones de euros.

En la liga rusa Honda demostró su talento e incluso se convirtió en el primer jugador nipón en marcar un gol en las eliminatorias finales de la Liga de Campeones. Lo hizo nada menos que contra el Sevilla. Durante cuatro temporadas en el gigante moscovita consiguió levantar dos copas y una liga. Sumó además 28 goles en 126 partidos, una cifra notable para un futbolista que se desempeña sobre todo como extremo derecho a pierna cambiada pero que también puede jugar de segundo punta o en la banda izquierda.

En diciembre de 2013 le llega su gran oportunidad en el fútbol de más alto nivel. Ficha por el AC Milan e inmediatamente le conceden el simbólico número 10 en su camiseta. Menos de tres temporadas está en el conjunto rossonero pero coincide con una de las peores épocas en la historia de la entidad milanista. Solo consigue ganar una supercopa italiana en 2016. Su periplo en Milán concluye con once goles en 91 partidos disputados. En julio de 2017 llegó a Pachuca después de que en su paso por el AC Milan tuviese sus altibajos con una afición acostumbrada solo a lo mejor y que tiene que ver como su club deambula en la mediocridad en los últimos años. De todas formas, y pese a perder una final de copa, la supercopa de 2016 es por el momento el último título oficial logrado por los rossoneri, con la participación de Honda.