Palestina y la campaña que promueve el boicot y sanciones a Israel se han anotado un gran triunfo al lograr la cancelación del amistoso de fútbol entre las selecciones argentina e israelí del sábado, que había agotado las entradas y generado enorme expectación. Decenas de miles de israelíes, muchos de los cuales habían sufrido para conseguir una de las deseadas entradas -solo salió a la venta un tercio puesto que el resto se distribuyó entre organismos y empresas- se despertaron ayer con la gran decepción.

Los medios recogían el desencanto, con reproches a los argentinos, por ceder a las presiones, y también hacia los políticos israelíes, y en concreto a la titular de Deportes, Miri Reguev, a la que muchos acusan de forzar la máquina hasta provocar el desastre. Y es que Reguev había disfrutado del "éxito" diplomático que suponía tener a la albiceleste. Reguev forzó que el amistoso, último que iba a disputar Argentina antes de viajar a Rusia y que estaba previsto jugar en Haifa, se mudase a Jerusalén, buscando proyectarlo como una muestra más del reconocimiento internacional a la soberanía israelí sobre toda la ciudad. Lo enmarcó, además, en las celebraciones del 70 aniversario del nacimiento de Israel y prometió a los israelíes: "Messi vendrá a besar el Muro" de las Lamentaciones, situado en territorio ocupado.

Pero el traslado del evento a la urbe hizo saltar todas las alarmas y alimentó la campaña de boicot, con llamamientos incendiarios a Messi, fotos de macabras camisetas de la selección manchadas de sangre y montajes y memes acusándole de colaborar con la ocupación israelí y violaciones de los derechos humanos. Grupos pro-palestinos fueron incluso a los entrenamientos a Barcelona a gritar a los jugadores: "¡No vayáis!", una presión que no dejó de aumentar.

La Asociación de Fútbol palestina advirtió que pediría a los países árabes y musulmanes que voten contra la candidatura Argentina-Uruguay-Paraguay al Mundial 2030. Su presidente, Yibril Rayub, dijo ayer que Israel "ha intentado utilizar a Messi y las otras estrellas como herramientas políticas", alabó lo que consideró "una decisión justa" y dijo que espera que "Argentina gane la Copa del Mundo".

En Israel la cancelación fue un jarro de agua fría. La productora del partido, Comtec Group, trató de evitarlo hasta el último momento. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó a Mauricio Macri, sin éxito. Miri Reguev, aseguró que la razón de la cancelación es por "amenazas de muerte terroristas" contra Messi y su familia. También el presidente del la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, ha justificado su decisión: "Lo vivido en las últimas setenta y dos horas, las acciones, las amenazas que han ocurrido, nos han llevado a tomar la decisión de no viajar".