Krasnodar, cuartel general de España durante el Mundial, puede ser un infierno en verano, advirtieron los preparadores físicos españoles que trabajan en clubes rusos. "Hay que tener cuidado con las temperaturas en Krasnodar. Pueden ser muy altas. Eso puede ser un problema", dijo Paulino Granero, que trabaja en el CSKA desde 2010. Granero, que también es preparador físico de la selección rusa, considera que Julen Lopetegui "seguramente tendrá que modificar los horarios de entrenamiento para no entrenar con treinta y tantos grados".

José Pastor, que trabaja en el Rubín Kazán, asegura que la ciudad sureña elegida por España para concentrarse antes del Mundial "es un infierno en verano". Eso sí, ambos opinan que las instalaciones del Krasnodar son "las mejores de Rusia". "Una pena que no sea sede del Mundial. Los campos de entrenamiento y el nuevo estado son de los mejor de Europa", explicó Granero, coincidiendo con Fabio Capello, que cuando era seleccionador ruso también las llamó las mejores del continente.

El preparador del CSKA, que lamenta que Krasnodar no sea sede del Mundial, cree que en dicho lugar "España estará aislada de todo", no como los otros quince equipos que han elegido Moscú o San Petersburgo.

En cuanto a las comunicaciones, españoles y brasileños -que se concentrarán no lejos de Krasnodar, aunque en la costa del mar Negro-, necesitarán más de dos horas para desplazarse a los partidos, a excepción del debut de la Roja en Sochi.

El mismo Lopetegui aseguró que la ciudad deportiva de Krasnodar, una creación del dueño del club, el multimillonario Serguéi Galitski, "es una maravilla". Aunque lo más importante es no repetir el error cometido en el Mundial de Brasil, cuando España se instaló en el frío y la lluvia de Curitiba para luego competir en la fase de grupos con calor y una gran diferencia de grados en Salvador de Bahía y Río de Janeiro.

La Roja debutará contra Portugal en Sochi, ciudad costera con temperaturas más suaves que en Krasnodar, tras lo que se desplazará primero al enclave báltico de Kaliningrado -donde las lluvias estivales son corrientes- y después a Kazán, junto al curso medio del Volga.

El Celta conoce bien las formidables instalaciones del Krasnodar. En el modernísimo estadio del club ruso, inaugurado el 9 de octubre de 2016, el equipo vigués se impuso el 16 de marzo de 2017 por 0-2 con goles de Hugo Mallo y Iago Aspas, completando el 2-1 de la ida, para acceder a cuartos de final de la Europa League, donde se encontrarían al Genk.