Iago Aspas fue titular en el penúltimo partido antes del Mundial y disputó 45 minutos, con un rendimiento discreto, sin grandes logros ni tremendos defectos. Solo Julen Lopetegui conoce la trascendencia de sus decisiones o del rendimiento que ayer mostraron sus jugadores en la prueba ante Suiza.

De entrada, son muchos los analistas que interpretan que en el once inicial de ayer Thiago ocupaba el lugar de Busquets, convaleciente de una gastroenteritis, y Aspas el de Isco, que se quedó en Las Rozas tras haberse incorporado a la concentración con algunos días de retraso por el permiso concedido a los jugadores del Real Madrid.

En tal caso, Isco jugaría por la izquierda y Silva, por la derecha, a pie cambiado. Ayer, sin embargo, Lopetegui prefirió situar a Aspas por el flanco diestro. El moañés intercambió durante algunos instantes su posición con el canario, pero de manera puntual, durante el último cuarto de la primera mitad.

Aspas coincidió en la misma parcela con Ricardo Rodríguez, el suizo que juega en el Milan y es hijo de un oriundo de As Neves. Sin embargo, la asimetría de los sistemas impidió que realmente protagonizasen un duelo gallego. Rodríguez se desempeñó como carrilero de largo recorrido en una defensa que incluía tres centrales (lo que le permitió, además de explorar su calidad en el remate, ser el autor del empate). Y además Iago, como sucedía en el esquema de Unzué, se ocupó de la banda en tareas defensivas pero sobre el central y tomó esa ubicación como simple punto de partida en ataque. Aspas se descolgó en numerosas ocasiones hacia el centro, para aprovechar el trabajo de Diego Costa. Sin embargo, el céltico estuvo más preciso en el trámite diestro con Odriozola, con el que construyó una productiva sociedad, y en las descargas horizontales que en la finalización cerca del área. Reclamó tres faltas sin éxito, falló algún pase y cabeceó mal en su única ocasión.

Lopetegui insiste en jugar con un ariete del perfil de Costa y ciertamente Isco parece por delante de Aspas en la jerarquía del seleccionador. Pero su alineación invita a pensar que forma parte del grupo de catorce o quince jugadores que se repartirá en principio los minutos.