La derrota del pasado domingo en Toledo ha acelerado los movimientos en la junta directiva del Coruxo para tratar de encontrar un revulsivo en los dos partidos que restan de competición. El lunes, mientras el equipo se ejercitaba sobre el césped de O Vao, presidente y entrenador se reunían para intentar buscar una reacción inmediata.

Después de más de tres horas de encuentro, Rafa Sáez daba un paso al costado para que Jacobo Montes sea ese revulsivo que haga despertar al equipo. La directiva considera a Rafa Sáez un hombre del club, y por eso no quiere hablar de destitución por su implicación en el club, no solo en la primera plantilla.

El equipo no se entrenó ayer y esta mañana retoma el trabajo en O Vao para preparar el decisivo partido ante el Fuenlabrada del domingo (18.00). Será un entrenamiento donde Jacobo Montes se pondrá al frente de la dirección deportiva, con un Rafa Sáez que ha dejado un gran legado en los cinco años que ha estado como primer técnico.

Jacobo Montes es un entrenador de 40 años que dio sus primeros pasos en el Valladares, en Preferente Autonómica. En 2015 llegó a Redondela como inquilino del banquillo del Choco, donde protagonizó una temporada brillante. El equipo alcanzó la cuarta plaza, disputando el playoff de ascenso a Segunda División B. Un año después llegó al Alondras, al que llevó hasta la séptima posición. Esta temporada, Jacobo Montes ya ha tenido la oportunidad de dirigir al Coruxo en alguna ocasión, motivada por la sanción que tuvo que cumplir Rafa Sáez por su expulsión.

El partido del domingo ante el Fuenlabrada es a vida o muerte para el equipo de O Vao. Una victoria local dejaría al equipo vigués en una buena situación para lograr la permanencia, teniendo en cuenta los enfrentamientos directos de esta jornada y los partidos de la última, en la que muchos de los equipos de la zona alta de la clasificación buscan un puesto en la fase de ascenso. De lo que no cabe duda es que van a ser dos jornadas no aptas para cardiacos y, como ha ocurrido hasta ahora, el Coruxo necesita mostrar su mejor cara, aquella en la que incluso peleó por meterse entre los primeros de la tabla.

Esa irregularidad a lo largo del campeonato es lo que le ha pasado factura al equipo verde, que tan pronto hacía un par de buenas jornadas confiando en la reacción que enlazaba otras en las que el juego no era el mismo, alimentando las dudas sobre el desenlace de la temporada.

La directiva es consciente de la importancia del choque, por lo que ha decidido volver a abrir las puertas para el libre acceso de los aficionados. En el último encuentro que tomaron esta medida, frente al Cerceda, la entrada se acercó a los mil aficionados, que apoyaron desde el primer momento al equipo. Cuando los coruñeses empataron siguieron animando y llevaron en volandas al equipo para lograr ese tercer tanto que deshizo la igualada.

En esta ocasión, el Coruxo va a tener enfrente a un Fuenlabrada que quiere certificar en O Vao su clasificación para la fase de ascenso. Dispone de cinco puntos de ventaja sobre el quinto clasificado, por lo que un empate podría darlo por bueno. Los madrileños ya no son el mismo equipo que arrasó en la primera vuelta. La marcha de Milla en el mercado de invierno fue un duro golpe que no han asimilado. Desde el 7 de enero solamente han ganado cuatro partidos.