Ni una sola derrota en los 33 partidos de Liga que ha disputado el Barça, una racha espectacular que a la fuerza debe romper esta noche el Deportivo si quiere retrasar una semana más su inevitable descenso. Ya está en Segunda de forma virtual y hoy caerá matemáticamente si no es capaz de derrotar al invicto líder. Más allá de la fecha exacta en la que se consumará definitivamente el desastre, el equipo coruñés tiene la obligación de competir, algo que no ha hecho durante buena parte de la temporada. Por orgullo, por dignidad y porque se lo debe a los miles y miles de deportivistas que en los últimos años se han acostumbrado a recibir solo decepciones, una detrás de otra.

El Barça viene de arrollar al Sevilla en la final de Copa, dispuesto a redondear con el doblete una temporada que se torció con la sorprendente eliminación de la Champions. Le interesa cerrar cuanto antes el título de Liga, para lo cual le basta con empatar en Riazor. Al Dépor, en cambio, un punto no le vale de nada, únicamente para morir sin hacer otro ridículo. Hay maneras diferentes de irse al pozo y no es lo mismo hacerlo por el camino de la combatividad, plantando cara a un rival de un nivel infinitamente superior, que bajando los brazos y dejándose ir.

Clarence Seedorf, empeñado en no perder su optismismo característico, presentará un once muy parecido al de las últimas jornadas. Apenas un retoque por la entrada de Krohn-Dehli en lugar de Mosquera. Los demás serán los mismos que vienen jugando habitualmente, incluidos Adrián y Lucas, listos para competir pese a los problemas físicos que los mermaron durante la semana. El Deportivo intentará repetir el partido valiente y efectivo que realizó la pasada temporada para volver a tumbar al Barça. Álex Bergantiños, despreciado por el Dépor para este curso y estandarte actual del Sporting en su camino de regreso a Primera, marcó el gol de la victoria en aquel 2-1, una de las contadas alegrías que se llevó la afición blanquiazul en los últimos años.

El técnico holandés no ha podido contar para el partido con el central brasileño Sidnei Rechel, que esta semana sufrió una lesión muscular, ni con el lateral Eneko Bóveda, que se repone de una rotura fibrilar.

Entre los atractivos del encuentro de esta noche está, sin duda, el de ver en acción por última vez a Andrés Iniesta sobre el césped de Riazor. Un histórico que se despide de la Liga, igual que el Deportivo de Primera.

Valverde dispone de todos los jugadores con la única ausencia de Sergi Roberto, expulsado la última jornada ante el Celta y no podrá jugar hoy. Todo apunta a que Semedo será su sustituto y que el resto del equipo será el titular, con la idea de sentenciar el campeonato a las primeras de cambio. Eso permitiría a los internacionales de las distintas selecciones afrontar con más tranquilidad la cuenta atrás para preparar su participación en el Mundial de Rusia.

Valverde pondrá a su equipo de gala, con la duda de si alinea a Coutinho o a Dembelé en la delantera. En el resto de posiciones Ter Stegen estará en la portería, con Semedo, Piqué, Umtiti y Alba en la defensa.

En la medular todo indica que apostará por Iniesta y lo alineará junto a Busquets y Rakitic. Adelante son fijos Messi y Luis Suárez, pendientes de la tercera plaza de delantero.