Salah y Firmino castigaron los errores de la defensa del Manchester City y dieron al Liverpool una victoria (1-2) que lo clasifica para semifinales de la Liga de Campeones por primera vez desde 2008. Los locales creyeron en la remontada cuando Gabriel Jesús marcó en el minuto 2. El final del primer tiempo resultó eléctrico y no exento de polémica. El colegiado, el español Mateu Lahoz, se erigió como protagonista al anular un tanto legal de Sané por un fuera de juego inexistente. La decisión enfureció a Guardiola, que protestó airadamente y se encaró camino de los vestuarios con el colegiado y éste le mandó a la caseta, por lo que vio la segunda mitad desde la grada acompañado por su inseparable Manel Estiarte.

"Le dije (al árbitro) que era gol cuando el balón le llegó a Sané, por eso me expulsó. En esta competición, los equipos son tan similares que la influencia de las decisiones del árbitro son muy importantes", dijo Guardiola en rueda de prensa.