Un año después, los 'Pats' de Bill Belichik y Tom Brady vuelven a estar en la pelea definitiva por levantar el trofeo Vince Lombardi. Con la de este domingo, hasta en diez ocasiones, algo inédito en la historia de este deporte, ocho en los últimos 17 años, han jugado hasta el último partido del año, con un balance de cinco triunfos y buscan alcanzar el récord de seis de los Steelers de Pittsburgh.

En cambio, las 'Águilas', campeones de la Conferencia Nacional y con idéntico balance de 15-3 que su rival, no son tan expertas como este y juegan la Super Bowl únicamente por tercera vez en su historia en busca de su primer anillo tras perder en 1981 ante Oakland Raiders (25-10) y, precisamente, en 2005, ante los Patriots (24-21).

New England se ha consolidado como la gran dinastía de la NFL del siglo XXI bajo el mando de su entrenador y su veterano 'quarterback', con los que ha logrado sus cinco victorias, la última muy recordada y que quedó también entre los récords del fútbol americano estadounidense tras remontar en Houston ante Atlanta Falcons cuando perdían por 28-3 en el tercer cuarto. Ese espíritu y fe inquebrantable les ha llevado de nuevo a la Super Bowl, dejando en el camino a Jacksonville Jaguars en la final de conferencia levantando también una desventaja clara de 10-20 en su estadio.

Los Jaguars fueron una dura prueba para los Patriots, que ahora se toparán con otra de las mejores defensas de la NFL. Philadelphia tiene una línea defensiva temible en la que se ampara para tener sus opciones en la final y que ya fue capaz de demoler a Minnesota Vikings en la final de su conferencia con un apabullante 38-7 y que impidieron a los Vikings ser el primer equipo de la historia en jugar la Super Bowl en su estadio. La obsesión de los de Doug Pederson será la de incomodar a Brady continuamente para que este no pueda organizar con comodidad la potente ofensiva de los actuales campeones, reforzada con la recuperación de Rob Gronkowski.

El 'tight end', una de las estrellas de los de Belichik, se ha recuperado de la conmoción que sufrió en la primera mitad de la final ante los Jaguars y no se perderá por segundo año consecutivo la gran final. Ni ante los Falcons ni ante Jacksonville, New England le 'echó de menos' y logró encontrar la forma de compensar su ausencia. Hace dos semanas fue Danny Amendola el que tomó la responsabilidad para ser el mejor receptor de Brady en un ataque que sigue sin el lesionado Julian Edelman, pero que, además de 'Gronk', tiene también a Dion Lewis y James White como otras opciones.