Valiosa victoria del Coruxo en Valladolid. Los de Rafa Sáez estaban cada vez más cerca del descenso pero respiran gracias a estos tres puntos con los que se rompe una dinámica muy negativa de seis partidos sin ganar y con dos derrotas en los últimos encuentros. Además, esta mala dinámica se combinaba con la buena del rival. El Valladolid B había encadenado tres victorias seguidas como local. Se invirtieron las tornas y ahora el Coruxo deja a un rival directo como el filial blanquivioleta a ocho puntos y con el golaverage a favor, ya que los vigueses ya se impusieron 1-0 en O Vao en el partido de ida.

En cuanto al partido, el Coruxo salió frío ante un Valladolid B que salió muy enchufado y botó hasta cuatro córners seguidos. Con el paso de los minutos los de Rafa Sáez se fueron sacudiendo el dominio local y poco antes de la media hora llegó el primer gol de los verdiblancos. Fue tras un córner botado desde la derecha, el balón en el segundo palo lo tocó Pazó y Rafa Mella solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. El gol dejó desconcertado al filial vallisoletano y el Coruxo lo aprovechó para ponerse 0-2. En el minuto 33 Silva transformaba una pena máxima para ampliar la ventaja. En la jugada del penalti Alvarado pecó de inexperto al tocar el balón en el área con el brazo extendido. Después de encajar el segundo gol el Valladolid B quedó noqueado y el partido tenía un claro color verdiblanco. Con la ventaja, Sáez ordenó juntar las líneas y jugar más juntos y el Coruxo se defendió con orden y oficio en el último cuarto de hora antes de llegar al descanso. Los vigueses habían hecho buena parte de los deberes en la primera mitad en la que mostraron una clara mejoría respecto partidos anteriores.

Tras el descanso se vio a otro Valladolid B, que salió dispuesto a reducir distancias. Con el 0-2 en contra los blanquivioletas se volcaron en la portería defendida por Alberto. El Coruxo salió con la misma estrategia con la que acabó la primera parte, líneas muy juntas y atención defensiva para mantener la renta. Pero ahora el rival se mostraba mucho más agresivo, recuperaba balones con mayor rapidez y jugaba en campo contrario. El Coruxo iba retrocediendo metros y el balón no le duraba nada en los pies. Fruto del dominio local, los vigueses tampoco lograban crear peligro a la contra y en estos minutos Österholm se había convertido en un islote al que no le llegaba ningún balón con el que podría haber enfriado las acometidas del Valladolid B. La presión del filial era cada vez más intensa hasta que logró reducir distancias, el central Mario fue el autor del gol al rematar una falta que botó Cobo y puso el 1-2 en el minuto 54.

No cambió la tónica tras el gol pero diez minutos más tarde el Coruxo sí que encontró una contra y en una rápida jugada Silva establecía el 1-3 que se antojaba definitivo, sobre todo por el golpe moral que le podía representar al Valladolid B. El contragolpe acabó en una falta al borde del área que transformó con brillantez Silva. El Valladolid B acusó el gol en el minuto 74 Silva culminaba su gran matinal anotando su tercer gol, triplete del delantero verdiblanco para dejar el partido visto para sentencia. Silva se aprovechó de un fallo defensivo de Velasquez que dejó que Higón le robara el balón y este cedió a Silva para solo tuviera que empujar el balón al fondo de la red. Aún se volvió a mover el marcador, el Valladolid B tiró de casta y siguió buscando recortar distancias. El premio le llegó en el minuto 82 cuando Domínguez anotó el segundo gol de los locales con un disparo lejano que no tocó nadie y acabó despistando a Alberto. El Coruxo, no obstante, tiró de oficio y con una línea de cinco en el centro del campo y la zaga muy atenta ya no permitió que se volviera a mover el marcador. Los vigueses se defendieron con orden, eso sí pertrechados muy atrás, pero lograron su objetivo de sumar los tres puntos ante un rival que ha mejorado en las últimas jornadas.

Esta victoria será balsámica para los verdiblancos que ahora deben dar continuidad a la mejora de juego mostrada en Valladolid y que le ha servido para volver a sumar tres puntos lejos de O Vao.