El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha decidido destituir a Ángel María Villar como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), cargo del que ya está suspendido durante un año, por haber ejercido como presidente de la comisión gestora durante el último proceso electoral mientras optaba a ser reelegido.

Los miembros del TAD refrendaron con su decisión la propuesta de la instructora del expediente abierto a Villar por este motivo, a petición del Consejo Superior de Deportes (CSD), el pasado septiembre, confirmaron a EFE fuentes cercanas al TAD.

Para la instructora del expediente, Cristina Pedrosa, quedó acreditado que la actuación de Villar supuso una infracción de las previstas en la Ley del Deporte (artículo 76.2. a) y considerada "como muy grave" por haber vulnerado el deber de neutralidad de la Comisión Gestora previsto en el Reglamento Electoral.

"Una vez convocadas las elecciones a la RFEF por su entonces presidente, el día 13 de febrero de 2017, éste pasó a ocupar la presidencia de la comisión gestora. Siendo presidente de dicha Comisión Gestora y sin cesar de la misma llevó a cabo numerosas actividades dirigidas a publicitar y promover su condición de candidato a la presidencia de la RFEF y a captar el apoyo para su candidatura", señaló la instructora en su propuesta de destitución.

Tras aludir a la actividad que Villar desarrolló en las redes sociales "Facebook" y "Twitter" y la publicación de su programa electoral bajo la denominación de "precandidato a la presidencia", la instructora insistió en que Villar "realizó los hechos expuestos pese a la prohibición contenida en el reglamento electoral" de la RFEF.

Éste determina que quienes presenten su candidatura para ser parte de los órganos de gobierno y representación de la Federación no podrán ser miembros de la comisión gestora, debiendo cesar en dicha condición al presentar la candidatura en cuestión.

Ángel María Villar ha informado de que recurrirá su destitución, resuelta por el TAD y que supone, en su opinión, "la sanción más grave impuesta a un presidente de Federación desde la constitución del mismo" y "conllevaría la convocatoria de nuevas elecciones a la Presidencia" de la RFEF.

Villar ya anunció a EFE antes de conocer la decisión del TAD que en caso de ser destituido recurriría la sanción. En su defensa el dirigente argumentó que había solicitado autorización a la Comisión Electoral de la RFEF para abrir unas cuentas en redes sociales durante el periodo de elecciones y que el permiso le fue concedido.

"José Ramón Lete nunca me dio la oportunidad de explicarle este hecho, antes de solicitar la iniciación del expediente disciplinario. En caso contrario nunca se hubiera abierto este procedimiento contra mi persona", agregó Villar, suspendido temporalmente durante un año desde el 25 de julio por su presunta implicación en la "Operación Soule" que instruye la Audiencia Nacional.

Según Villar, "el TAD ha demorado la tramitación de este expediente iniciado el pasado 15 de septiembre, hasta tal punto que, para evitar su caducidad (a los 3 meses, es decir, el 15 de diciembre de 2017) y sin disponer de causa legal para ello, acordó la interrupción del expediente hasta que recibiera la notificación de la propuesta de resolución". Por este motivo y antes de la reunión de este viernes, Villar anunció que ha recusado a todos los miembros del TAD que acordaron la mencionada interrupción del expediente. "Al entender de mis abogados, el procedimiento caducó el pasado 15 de diciembre", agregó Villar.

El pasado 20 de diciembre Ángel María Villar había acudido al encuentro navideño de la Federación Española celebrado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. La presencia de Villar en las instalaciones de la RFEF se produjo después de la última reunión de la junta directiva, que acordó convocar elecciones parciales el 29 de enero para elegir las plazas vacantes en la Asamblea General y posponer sin fecha la votación de la moción de censura promovida por Luis Rubiales, prevista para el día 16 de ese mes.

Ahora hay que ver cómo reaccionará la FIFA a la decisión del TAD. El máximo organismo internacional del fútbol, después de que Villar denunciase injerencias gubernamentales, envió una carta al Gobierno y está previsto que su presidente, Gianni Infantino, viaje a España a comienzos de enero para tratar en profundidad toda la problemática relativa a la Federación Española.