La Real Sociedad saboreó la victoria tras cinco jornadas sin hacerlo al imponerse (3-1) en Anoeta a un Sevilla lejos de su mejor versión, mientras que el Getafe superó con pegada (2-0) a una Las Palmas que, con Paco Jémez en la grada, cerrará 2017 como colista.

Los de Eusebio Sacristán se llevaron un choque de pesos pesados en horas bajas. La Real se quedó con tres puntos de alivio de cara al parón navideño ante un Sevilla que ni vence ni convence. Los locales mandaron ante un rival desorientado, sin autoridad en el centro del campo ni llegada a portería contraria. Los vascos cerraron con sonrisa un choque vital, con gol en el 90' de un Carlos Vela que se despedía tras seis años y medio como 'txuri urdin'.

Con cambios en su disposición, la Real tuvo a su mejor hombre en Januzaj, aunque su mayor aliado fue un rival contemplativo. Con la Real volcada, Íñigo Martínez anotó de cabeza en el punto del penalti el 1-0. Sin noticias en ataque, el Sevilla mostró puntería en la única ocasión clara con su hombre gol Ben Yedder, quien pudo ver segunda amarilla poco antes, justo antes del descanso (1-1).

Las dudas de las últimas jornadas asaltaron a una Real que se encerró a merced del Sevilla. Con Eduardo Berizzo en el banco, el cuadro andaluz no encontró a Banega ni supo generar excesivas llegadas. El miedo local lo rompió Igor Zubeldia poniendo el 1-2 en el primer balón que tocaba saliendo desde el banquillo.

El estreno goleador en Primera del canterano dio la calma que necesitaba el fin de fiesta. Eusebio brindó la despedida a Carlos Vela, homenajeado antes de su marcha a Los Ángeles, que saltó en los últimos minutos y pudo despedirse con gol en el minuto 90. Final feliz pese a las dudas para una Real que recupera el pulso, y problemas para un Sevilla que, con cuatro jornadas sin ganar, pierde fuelle en la lucha por los puestos Champions.

Getafe-Las Palmas (2-0)

Por otro lado, el Getafe se quitó el escozor de la derrota en Girona ante un equipo canario que regaló en defensa y no aprovechó sus ocasiones. Paco Jémez, en la grada como inminente técnico canario, vio complicarse su empresa de salvar del descenso a una Las Palmas con la confianza por los suelos.