Eduardo Berizzo, que el pasado 28 de noviembre fue operado de un adenocarcinoma de próstata, volvió ayer a dirigir a su equipo desde el banquillo en el partido que disputó ante el Levante y en el que no pudieron pasar del empate sin goles.

Berizzo, cuyo regreso parecía inminente, dio ayer la charla técnica a sus jugadores y dirigió en la ciudad deportiva el entrenamiento de horas antes del choque con la intención de sentarse en el banquillo sevillista.

Berizzo, que fue recibido con muchos aplausos e innumerables muestras de cariño, dirigió su último partido en el Sánchez Pizjuán el pasado 21 de noviembre ante el Liverpool inglés en la Liga de Campeones y al día siguiente se anunció su enfermedad.

Pese a ello también dirigió al equipo al siguiente fin de semana en Villarreal, para ya dejarle el sitio después a su segundo entrenador, el también argentino Ernesto Marcucci, en el partido de Copa de Rey ante el Cartagena, en el de LaLiga frente al Deportivo, en el de la 'Champions' en Maribor (Eslovenia) y en el del pasado sábado en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid.

En su regreso el equipo sevillista hizo un partido muy discreto y el Levante estuvo incluso más cerca del triunfo que los andaluces.