Neymar viajará a París procedente de Oporto a lo largo de la jornada de hoy y firmará su contrato con el París Saint-Germain mañana viernes, según informó el diario L'Équipe en su edición digital.

Acompañado de su padre y de uno de sus agentes, Wagner Ribeiro, Neymar tomó un avión en el aeropuerto barcelonés de El Prat con destino a Oporto para afrontar con calma las horas previas a su llegada a la capital francesa.

Ribeiro afirmó en el aeropuerto de Barcelona que "el PSG pagará la cláusula de Neymar y lo presentará a finales de esta semana".

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Medios franceses aseguran que la intención del club es presentar al jugador antes del partido que el próximo sábado le medirá al Amiens, el debut de los parisienses en la liga 2017-18.

El PSG, por su parte, se niega a confirmar oficialmente ninguna de estas informaciones y mantiene silencio. El fichaje de Neymar por el PSG sería un buen negocio para las arcas públicas francesas, que, según un cálculo publicado ayer por el diario "Le Figaro", ingresarían 300 millones de euros en cinco años por la operación.

El erario galo se embolsaría, de entrada, 100 millones de euros en concepto de cotizaciones sociales derivadas del pago de la cláusula de 222 millones de euros para rescindir su contrato con el Barça.

Según el abogado especializado en derecho deportivo Thierry Granturco, el PSG dará esa suma al jugador en concepto de adelanto de salario para que sea el propio futbolista quien pague esa suma al club español.

En realidad, el pago de la cláusula en España moverá unos 300 millones de euros, pues hay que contar con los impuestos que deberán pagar al fisco español.

Si se confirma que el jugador cobrará unos 35 millones de euros netos por cada una de las próximas cinco temporadas, como avanzan varios medios, el Estado se embolsará otros 27 millones en impuestos y 10,5 millones de euros en cotizaciones sociales, según el economista Pierre Rondeau.

Finalmente, el Estado francés se beneficiaría del incremento de impuestos sobre el valor añadido que generará el jugador sobre la venta de productos del club, además del incremento del impuesto de sociedades que supondrá la subida de los ingresos, lo que lleva al cálculo de 300 millones en cinco años.

Neymar, sin embargo, no deberá pagar el impuesto sobre la fortuna, una tasa especial que existe en Francia para gravar a los más ricos. El brasileño estará exento del pago de esa tasa durante cinco años.

Los ejecutivos del Barça han informado a Neymar que el club catalán no rebajará ni euro la cláusula de rescisión y que, de momento, tampoco piensa pagarle la prima de renovación de 26 millones de euros que debía cobrar tras ampliar su contrato hasta el 30 de junio de 2021. Esa cantidad, el club la ha depositado ante notario a la espera de que se solucione un fichaje que podría incumplir las reglas del juego limpio financiero que establece la UEFA.