Enriquecedora experiencia en el sur de Francia para setenta miembros del Kaleido Universidade de Vigo, en su mayoría canteranos, que han podido disfrutar de entrenamientos de alto nivel y conocer a figuras de talla mundial. El club vigués ha entablado además relaciones que en el futuro le ayudarán a seguir sembrando la fe del oval en Galicia.

En el Vigo Rugby soñaban desde hace tiempo con una expedición colectiva que sirviese de experiencia vital. Fueron numerosas las actividades realizadas durante la temporada para acumular dinero, con Irlanda como destino. No alcanzó lo recaudado, sin embargo, para costear los billetes de avión. Un contacto en Biarritz de Norm Maxwell, entrenador del primer equipo olívico, planteó una alternativa viable. Un autobús y dos coches completaron el viernes las doce horas de viaje hasta el País Vasco Francés. Se desplazaban jugadores de los equipos sub 10, sub 12, sub 14, sub 16, sub 18 y femenino, además del sénior Javier Abadía, a quién adoran en las escuelas. Por delante, un ajetreado fin de semana.

Shaun Hegarty, ya nacido en Francia pero cuyo padre fue uno de los primeros "all blacks" en fichar por la liga francesa, él ya internacional galo en 'seven', ejerció como anfitrión. El primer día se llevó al grupo vigués a entrenar de mañana con el Aviron Bayonnais. Ejerció como uno de los maestros Thomas Lievremont, legendario ocho del XV del Gallo. Los jóvenes jugadores, divididos en tres grupos por edades, iban rotando.

De vuelta, en el estadio del Biarritz Olympique les esperaba otro astro, Federico Martín Aramburu, antiguo "puma", que es presidente de socios de la institución. El argentino les enseñó todas las instalaciones y les explicó el funcionamiento de un club de élite. Nico Troncoso, jefe de la expedición viguesa, le entregó un obsequió de Sargadelos y recibió una camiseta firmada por los jugadores del Biarritz. Aún quedaba un torneo a cinco en la playa para los mayores y la cena en una restaurante de ambiente rugbístico, regentado por un exjugador.

El domingo se inició con un entrenamiento en la playa de Anglet a las órdenes de Aramburu. Charlie Madrid, precursor del "rugby beach" en la zona de Biarritz-Bayona, les desveló sus secretos. Se jugó con escuela de Montrejeau. En el tercer tiempo de despedida aparecería a saludar Marcelo Bosch, "puma" en vigor, que jugó en Biarritz y ha sido campeón de Europa con los Saracens.

"Ha sido una experiencia muy positiva", analiza Troncoso. "Nos hemos encontrado a gente superhumilde, que nos ha dado una recepción bestial. Se han volcado con nosotros. Los niños han alucinado". A Shaun Hegarty le han hablado además de que Vigo tiene un entorno ideal para promover el rugby playa.