El Celta viajará a Krasnodar, un desplazamiento largo pero no incómodo. Es una ciudad del sur de Rusia. Habitualmente, en épocas muy frías en Moscú y el norte del país, la selección rusa acostumbra a realizar concentraciones en las ciudades deportivas del Krasnodar y el Kubán Krasnodar, los dos equipos de la localidad. Son un refugio cuando el clima resulta adverso. En este sentido, la temperatura no será un factor que influya en la eliminatoria.

La peculiaridad del fútbol en la zona reside precisamente en la rivalidad entre dos clubes de pasado muy diferente. El Kubán es el equipo histórico de la ciudad. El Krasnodar apareció hace algunos años. Es una institución fundada por quien la preside desde entonces, Serguéi Galitski. Se trata de un empresario todavía joven, un oligarca que posee Magnit, una cadena de supermercados que está implantada en toda Rusia. Están en todos los sitios. Galitski es un multimillonario que ha querido dedicar parte de sus energías al fútbol y lo ha hecho con efervescencia.

Su primera intención fue unificar el Kubán y el Krasnodar, construyendo sobre esa fusión una entidad mucho más potente. Pero los responsables del Kubán, en virtud a su importancia histórica, no quisieron. Al principio los dos equipos jugaban en el mismo estadio, de propiedad municipal. Pero a Galitski no le ha importado gastar dinero en infraestructuras. Al contrario, ha hecho fuertes inversiones a este respecto. Enfadado por esa negativa, y también porque Krasnodar no había sido elegida sede del Campeonato del Mundo que se disputará en 2018, el empresario decidió construir un estadio propio, del que ya disfrutan y que emplea solo su primer equipo. Cuando Galitski fundó el Krasnodar, parecía imposible que pudiese llegar a estar por encima del Kubán. Pero esto es así ahora. Su propietario se siente muy orgulloso de su región y quiere que el Krasnodar funcione como escaparate.

Pero eso no significa que se haya limitado a construir una plantilla a golpe de talonario. A nivel de filosofía de club, los que tengan la oportunidad de ir hasta allí y visitar la ciudad deportiva del fútbol base -no hablo ya del primer equipo- se quedarán asombrados. Es espectacular. Una cosa que hay que ver. Galitski recluta a los mejores jugadores de Rusia. Compite con clubes grandes en cuanto a cantera como Spartak y Dinamo. En la propia ciudad deportiva ha incluido un colegio y tiene allí internos a los jugadores. Contrata a los mejores profesores de la zona para impartir clase, incluyendo el inglés como materia obligatoria Su idea es llevar al Krasnodar a la Champions League con una filosofía de cantera. Es un proceso a largo plazo. Irán llegando jugadores al primer equipo de forma paulatina. Su objetivo final es que el Krasnodar funcione como una especie de Athletic de Bilbao en Rusia, nutriéndose de jugadores de la zona o de los que salgan formados de su academia.

En cuanto al rendimiento del conjunto profesional, se asentó en la zona media cuando ascendió a la máxima categoría. El dinero de Galitiski ha servido para ir incorporando jugadores de calidad tanto rusos como extranjeros. En el último lustro se ha convertido en un equipo de la parte noble de la tabla clasificatoria.

En la liga rusa la gente del Krasnodar se ha ganado el respeto por la forma que tienen de trabajar. Han dado una cierta continuidad a sus entrenadores, aunque Oleg Kononov fuese destituido a comienzos de la temporada. Tienen en su plantilla a varios jugadores conocidos. A uno lo tuve yo en el Spartak: el brasileño Ari. Se fue muy joven de su país y también estuvo en Holanda. Habilidoso, fuerte, con una estructura muscular potente, juega arriba en cualquier posición, de punta, pero más bien en las bandas. Pero justo ayer fue traspasado al Lokomotiv. Buena noticia para el Celta.

Aunque tiene más variedad de jugadores extranjeros en cuanto a origen que el Shakhtar, sí que suele contratar a bastantes brasileños y sudamericanos. A nuestro Spartak lo consideraban un equipo que intentaba hacer un juego más combinado, a diferencia de otros que practican un juego más directo, y el Krasnodar trataba también de tener un buen trato del balón. Es de los equipos rusos que han adquirido más influencia de otros clubes europeos. Barcelona o Arsenal han ejercido de modelos.

Al Shakhtar nos enfrentamos varias veces con el Spartak en preparaciones y amistosos. El de estos días era inferior al que dirigía Lucescu hace dos o tres años. En general, haciendo un balance de la plantilla, el Krasnodar es inferior al Shakhtar. De cara a poder avanzar, a estar alturas todos los rivales son complicados en la Europa League, pero se puede superar.

* Ex preparador físico del Celta, estuvo en el Spartak junto a Karpin entre 2011 y 2014