El Celta Zorka sigue sin ser capaz de enlazar dos partidos consecutivos con un buen nivel de juego. Si la semana pasada destacó el primer tiempo del encuentro frente al Durán Maquinaria Ensino, con un juego intenso y atrevido; la segunda parte de ayer en Avilés fue todo lo contrario. Una lástima porque una victoria hubiera colocado de nuevo a las célticas en el camino de una de las cuatro primeras plazas. Ahora, el equipo está en tierra de nadie, a tres victorias de la cuarta plaza y a dos de un puesto de descenso. El sábado próximo, derbi provincial en Navia ante un Arxil, que está situado en la cuarta posición.

El equipo céltico llegó a Avilés con las ausencias de Kristina Arsenic y Daisy Aloeze. La primera de ellas volvió a ser sustituida por una Raquel Carrera que cada vez reclama más protagonismo. Ayer jugó 33 minutos, con 14 puntos y doce rebotes, cuajando una de las mejores actuaciones desde que está en el equipo vigués.

En los primeros minutos la igualdad fue la tónica general. Mediado el primer cuarto, el marcador reflejaba un empate a doce puntos, que decía bien claro lo que estaba sucediendo sobre el parquet. Las viguesas consiguieron cerrar el rebote y al final de los primeros diez minutos de juego mandaban por cuatro puntos, 18-22.

El Celta Zorka había cogido carrerilla y comenzó mejor el segundo cuarto, logrando a los cinco minutos del periodo la máxima ventaja del partido con dieciséis puntos. Todo parecía encarrilado, pero una tímida reacción del cuadro asturiano le permitió llegar al final de los primeros veinte minutos de juego con una desventaja de diez puntos, 29-39. A pesar de ello, el Celta Zorka había realizado una buena primera parte y había conseguido ponerse por delante con una cierta autoridad.

No cambiaron demasiado las cosas tras el paso por el vestuario. El cuadro vigués lograba mantener la ventaja en el marcador y mediado el tercer cuarto lograba que su renta no se esfumara, 37-47. Pero cuando todo parecía encarrilado llegó el punto de inflexión del partido. Las asturianas lograron anotar dos canastas consecutivas y a las jugadoras viguesas les entraron las dudas. Al final del tercer cuarto, el Celta Zorka continuaba por delante en el marcador, pero con tan solo tres puntos a su favor.

Las dinámicas habían cambiado en tan solo cinco minutos. El cuadro vigués pasó de tener el partido controlado y con una clara ventaja en el marcador, a verse maniatado, sin carácter y dejando que un rival, que poco menos había entregado el partido, se viniera arriba y comenzara a confiar en sus opciones de darle la vuelta al partido.

Este cambio de dinámica se completó en los últimos diez minutos de juego. El Celta Zorka desapareció de la pista y esa circunstancia la aprovechó el cuadro asturiano. Malanda y Mandic se fueron arriba con unos porcentajes de tiro excepcionales. De hecho, la española logró la máxima valoración con 35 puntos. Además, Covadonga se hacía la dueña del rebote, y con este panorama la dinámica del partido cambió de bando. El Abda se puso por delante en el marcador y el Celta Zorka se hundió en la impotencia. Por fortuna, la reacción de las avilesinas no le dio para recuperar el basketaverage, que sigue favoreciendo al Celta Zorka.