El celtismo vuelve a unir sus fuerzas. El partido que dirimirá el segundo finalista de la Copa del Rey no se disputa en Balaídos, pero la afición quiere ser protagonista una vez más. Como ocurrió ante el Real Madrid o hace una semana frente al Alavés, la hinchada celeste convocó una quedada en A Madroa para mostrar su apoyo al Celta antes de poner rumbo a Vitoria, siguiente parada de Berizzo y sus hombres en ese sueño de conquistar el título copero.
La primera cita tuvo lugar a las 17:15 horas en A Madroa. Decenas de personas esperaban a sus ídolos, que fueron llegando en sus vehículos particulares para poco después subir al autocar que les dejaría en el aeropuerto de Peinador. En ese trayecto recibieron el cariño de los suyos, de un celtismo que jamás se rinde, que los arropa una vez más y que este martes ha querido darles otro impulso hacia esa anhelada final de Copa del Rey. Entre los más aclamados, Iago Aspas, John Guidetti y Eduardo "Toto" Berizzo, que llegó en su coche acompañado por el director deportivo, Felipe Miñambres.
El "partido" del celtismo no terminó en las instalaciones deportivas del Celta. En la terminal de Bilbao otro grupo de celtistas esperaba a la expedición celeste. Miembros de la Peña Zeru Urdin fueron los encargados de recibir a Berizzo y sus hombres en Loiu sobre las 20:00 horas. A esa hora, el equipo vigués cogió el autobús que le dejó en Vitoria cerca de las 21:00 horas.
La entrega del celtismo será todavía más notoria a partir de esta próxima mañana, cuando cientos de seguidores partan desde Balaídos en los autobuses que dispuesto el club para acudir a la cita de Mendizorroza. Los celtistas acuden a este encuentro conociendo ya cuál será el adversario en caso de que Berizzo y los suyos eliminen al Alavés. La final sería, en ese caso, Celta-Barcelona.
