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Un punto de sufrimiento

El Celta repite otro duelo alocado, que arranca con el primer gol de Aspas, se deja remontar dos veces e iguala al final Roncaglia

Hernández pugna por el balón con Donk (izq.) y Petros. // LOF

Sufrió el Celta para sumar un punto en el Villamarín, en un partido de ida y vuelta, en el que se adelantaron los celestes con un tanto de Aspas y un fútbol de alta escuela. Pero bajaron los brazos los de Berizzo tras un penalti innecesario de Fontás al filo del descanso. El Betis aprovechó el exceso de generosidad para iniciar una remontada que rozó lo inalcanzable para un Celta que resucitó dos veces: con el segundo tanto del moañés y un remate de cabeza de Roncaglia en la recta final. Fue el tercer empate a domicilio de la temporada para los celestes y un estímulo para el decisivo partido europeo que les espera el jueves en Atenas.

Sin reservas

Berizzo no reservó a nadie y buscó el once más competitivo, a la espera de la recuperación plena de Orellana y que Mallo agote ante el Sevilla el castigo por su expulsión en Eibar. Al chileno lo retuvo ayer en el banquillo hasta la segunda parte. De inicio, el técnico argentino apostó por cuatro centrocampistas, aunque Wass se inclinó hacia el flanco derecho, con Aspas y Bongonda en ataque. Roncaglia, que intercala costados cada semana, se situó como lateral derecho ayer. El jueves seguramente volverá a la izquierda, pues Jonny no acaba de entonarse y estará Mallo.

comienzo espectacular

Con Radoja y Marcelo Díaz en la dirección, el Celta agarró la pelota y no la soltó en la primera media hora. Se aprovechó de que el Betis le esperase atrás, sin presionar la salida del balón. Las largas posesiones desesperaron a la afición del conjunto verdiblanco, que tuvo en su lateral derecho el punto débil. Por el costado de Cejudo se colaba Bongonda como quería. El belga superaba siempre a su marcador y en una de las llegadas hasta la línea de fondo buscó rematador. Pero la pelota cruzó el área para llegar a Wass. El danés realizó un disparo-centro que Aspas cazó en el segundo palo para empujarla al fondo de la portería de Adán.

Rubén Castro

Wass pudo anotar el segundo a los veinticuatro minutos. El Celta desaprovechaba la oportunidad de encarrilar el partido, dejaba escapar vivo a un Betis que tardó casi media hora en inquietar a Rubén Blanco. La superioridad céltica concluyó cuando el equipo de Víctor Sánchez adelantó la línea de presión, provocando errores no forzados del rival en la circulación del balón. Así llegó la acción en la que Fontás arrolló a Petrus en el área. Rubén Castro no perdonó en el penalti y sumó su quinto gol en los últimos seis duelos con el Celta.

Descanso fatídico

Hay descansos que matan. El Celta salió adormilado en la segunda mitad y estuvo contra las cuerdas más de un cuarto de hora, en el que Rubén Castro estrelló el balón en el palo y Sanabria aprovechó una asistencia del delantero canario para adelantar al Betis en el marcador. Con muy poco, los verdiblancos se habían hecho con el control del partido, ayudados por la gran presión ambiental hacia un árbitro que estuvo muy permisivo en las faltas y en las simulaciones de los locales. Incluso pudieron ampliar la ventaja antes de que Pezella aprovechase el desconcierto de los centrales célticos para anotar el tercero del Betis, en otro remate de cabeza del mismo jugador que Rubén Blanco mandó al córner con dificultades. Desperdiciaron los béticos las oportunidades que les brindó ayer el rival y acabaron lamentando el empate definitivo.

Descontrol

El Celta había perdido el control en el centro del campo. Se quedó sin balón, tampoco supo explotar la banda izquierda de su ataque y su defensa se vio desbordada una y otra vez, principalmente por el centro, ante un adversario al que le faltó mayor pegada para tumbar a un adversario que volvió al partido con la aparición de Fabián Orellana en el campo.

orellana y Bongonda

Una molestia de Radoja en la rótula obligó a Berizzo a realizar el primer cambio. Orellana reapareció en el minuto 51 y cinco después estuvo a punto de liársela al Betis con un pase al hueco a Aspas, que el moañés finalizó con un disparo con la derecha. Chileno y moañés volverían a encontrarse a la hora de juego, con Bongonda como intermediario. El belga recogió el pase de Orellana en la línea de fondo y su centro lo tocó Aspas en el primer palo para igualar el partido. El moañés sumaba su noveno tanto, que le sitúa entre Cristiano Ronaldo y Messi como segundo máximo goleador de LaLiga. No viajará a Atenas, por sanción. Ante el Panathinaikos sí estarán Orellana, Mallo y un Bongonda cada vez más imprescindible en ataque y necesario por su sacrificio en defensa, donde Roncaglia ya es una pieza imprescindible por su compromiso y su aportación ofensiva.

Defensa goleadora

Roncaglia devolvió al Celta el empate que Pezzella le había birlado e los de Berizzo tras un remate de cabeza a un saque de esquina. El zaguero argentino repitió la acción en la portería de Adán cuando el partido se agotaba. Era su segundo tanto, tras el que anotó al Valencia. Dos suma también Mallo para un Celta que explota la pegada de sus defensas.

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