Lo que arrancó como un partido impecable del Celta acabó como un partido de ida y vuelta de vértigo. El Celta firma un empate ante el Betis, con goles de Aspas y Roncaglia, en un encuentro que inició dominando pero que se le volvió en contra. La primera media hora de los celestes fue impecable, con un dominio del compás de juego y de la posesión fantástica. El Betis, pasivo e incómodo, cedió todo el protagonismo al conjunto olívico, que se adelantó en el minuto 14 gracias al genio de Moaña. Esta falta de actitud llevó a la afición verdiblanca a recriminarle el mal juego y la tensión se elevó en el campo. Los jugadores béticos protestaban todas las acciones del colegiado Sánchez Martínez, a la vez que se cobraban faltas sobre los celestes.

Sobre el minuto treinta, la balanza comenzó a decantarse sobre el equipo local. Los béticos reaccionaron y con activo Petros, que tiró del conjunto andaluz, lograron el empate. En una mala acción, Fontás le derriba, cometiendo penalti. La pena máxima la tranformó Rubén Castro en el minuto 40.

A la vuelta del descanso se desató la locura. El Betis saltó al césped a por todas, con un juego muy ofensivo y desarmando totalmente al Celta. Consiguió que el conjunto vigués se replegase en su campo y perdiese la posesión del balón. El agresivo juego bético obtuvo su fruto: Sanabria adelantó a los verdiblancos en el minuto 52 tras varias jugadas de mucho peligro.

El Celta no depuso las armas y logró el empate en una jugada con la firma de Bongonda y Aspas. El primero, en una veloz internada por la banda izquierda rescató de la línea de fondo un balón que enganchó y remató el delantero moañés, logrando así el empate. A partir de este momento, el vértigo se apoderó del juego, con idas y venidas y acciones peligrosas de ambos equipos.

En el minuto 72, el Betis vuelve a adelantarse con tanto de Pezzella, pero los célticos no bajarían la cabeza. Diez minutos después y con todo arriba, Roncaglia da al conjunto olívico el empate.