El equipo de natación en aguas abiertas del Náutico de Vigo impera en Galicia. Rubén Domínguez Pardellas se ha proclamado campeón masculino del Circuito Máster. Aitor de Luis González fue segundo. En mujeres venció Estíbaliz Bugallo. El Náutico también se impone en las clasificaciones por equipos de ambos sexos. "Estamos encantados", conviene el director técnico, Sergio Silva Guiadanes, que tutela la sección junto a Iria Varela.

Domínguez, González y Bugallo han sido las bazas olívicas en el Circuito Galego de Augas Abertas. Seis travesías componían su programación: Cidade de Lugo, Dique, El Corte Inglés, Ría de Vigo, Praia do Coroso y Valdeorras. Todas ellas de al menos cinco kilómetros de recorrido. Otros compañeros han participado en alguna de ellas o en otras pruebas no incluidas en este calendario. Completan el grupo Roque Ávila, Óscar Soto, Manuel Monroy, Elena Molanes, Roberto Mouriño, Nacho Salgueiro, Nacho Vizcaíno, Javier Herrero, Ana González, José Carlos Andrés y Carlos González. Un cardumen variopinto en sus edades, entre la veintena de algunos -el mínimo en máster- y los ochenta de Herrero.

Silva tiene que adaptar sus entrenamientos a esta diversidad biológica. "Todos se entrenan durante el año en la piscina cubierta y conforme se acerca el verano salen a nadar al mar", explica. "Además hay que adaptar el trabajo a cada uno". Sus nadadores comparten la dedicación: "Son machacones, tanto entrenando como en competición. Algunos salen al mar en mayo, cuando el agua todavía está muy fría". Fuera de la piscina, los temperamentos encajan bien. "Existe un ambiente muy bueno. Pese a las diferencias de edad, conforman un grupo bastante majo". Estíbaliz Bugallo lo confirma: "Existe mucho compañerismo. Nos animamos entre nosotros".

Rubén Domínguez y Estíbaliz comparten vitrina en casa. Los campeones gallegos, él de 28 años y ella de 26, son novios. Ambos practican la natación desde niños, aunque Estíbaliz la abandonase durante un tiempo por los estudios. Descubrieron las aguas abiertas hace algún tiempo. "Nos entró el gusanillo y nos hemos ido motivando uno al otro", explica Rubén.

Los viajes de travesía en travesía se han convertido en una de sus actividades de pareja. Comparten los momentos previos a lanzarse al agua, calmándose las ansiedades, antes de que cada se entregue a su particular universo líquido, solos entre decenas de otros cuerpos. Como Rubén llega antes, espera en la orilla a que Estíbaliz concluya. Rubén acepta que la natación forja o promueve en ellos un carácter similar: "Somos tenaces, luchadores, constantes a la hora de conseguir las cosas".

El Circuito Galego de Augas Abertas no es la única experiencia deportiva que han compartido. Compitieron en el Campeonato de España de la especialidad, en el lago catalán de Banyoles. Rubén quedó subcampeón; Estíbaliz conquistó la medalla de bronce. Siempre se imaginan en lo más alto: "Querríamos ganar la travesía entre Cíes y el Vao y también llegar juntos en la Batalla de Rande -entre las Cíes y San Simón-", confiesa Estíbaliz, que no descarta otros proyectos más exóticos en el futuro: "Algún día nos gustaría cruzar el Estrecho de Gibraltar".