En el encarnizado mundo del fútbol las actuaciones del portero siempre son examinadas con lupa y su figura siempre es la primera en recibir las críticas cuando las cosas no van bien. Y el caso del Celta no es una excepción. El debate en la portería viguesa sigue y seguirá siendo objeto de debate.

Esta tarde ante el Valencia le tocó defender la meta a Rubén Blanco. El de Mos repetía titularidad después de haber entrado en el once ante el Ajax en Amsterdam y devolvió a Eduardo Berizzo la confianza con una gran actuación. El internacional Sub21 del Celta estuvo bien. Realizó un par de intervenciones de mérito ante Nani y lo más importante, demostró que dentro del área mandaba él. Los defensas celestes pudieron jugar más tranquilos gracias a la solvencia que Rubén Blanco demostró en sus salidas e intervenciones comprometidas. Para un partido de sobresaliente, solo le faltó detener la pena máxima lanzada por Parejo, pero el centrocampista del Valencia le ganó el duelo desde los once metros.

El buen partido de Rubén Blanco cierra, por el momento, el debate en la portería. El de Mos se había ganado en sus últimos partidos una oportunidad como titular en Liga y ante el Valencia, que le planteó un encuentro exigido, respondió con solvencia. La pelota está ahora en el tejado de Eduardo Berizzo, que tiene la tarea estas dos semanas de decidir si mantiene su política de rotaciones y devuelve al once a Sergio contra el Eibar, o premia los méritos de Rubén Blanco.