Un buen regalo para celebrar los cien partidos de Eduardo Berizzo como entrenador del Celta. Los jugadores del conjunto vigués agasajaron ayer al argentino con una goleada al Deportivo, una victoria de las que marcan época. El último marcador de 4-1 en Balaídos en la máxima categoría data de noviembre de 1955. Como ocurrió ayer, en aquella ocasión también resultó clave la actuación de los futbolistas gallegos, que anotaron tres de los cuatro tantos del encuentro: dos del vigués Mauro Rodríguez y uno del ferrolano Tomás Azpeitia. Cerró la cuenta el valenciano Cerdá para los celestes.

El tanto de Hugo Mallo, que ayer abrió el marcador, puso fin a una sequía de 43 años sin que un gallego anotase un tanto para los célticos en la máxima categoría. El anterior lo había conseguido Sanromán, en abril de 1973.

No hay duda de que a Berizzo le sientan bien los clásicos gallegos en el banquillo, mejor que en su etapa como jugador celeste. El argentino disputó cinco derbis como futbolista, entre 2001 y 2004. En ese caso, el balance no es muy positivo, pues solamente consiguió una victoria, frente a tres derrotas y un empate.

A esos números les ha dado la vuelta El Toto Berizzo desde que en mayo de 2014 asumió las riendas de la plantilla celeste. Con la de ayer, suma tres victorias, un empate y una derrota. Esos números le convierten en uno de los entrenadores del Celta con mejores registros en los enfrentamientos con el Deportivo. El argentino se sitúa a la altura de Ricardo Zamora y de Juan Arza, que obtuvieron tres triunfos cada uno como técnicos celestes ante el eterno rival.

Ayer, todo comenzó con el tanto de Mallo. Después llegaría el doblete de Iago Aspas, que además se estrenaba como goleador en un derbi. Los dos futbolistas, nacidos en Marín y en Moaña, respectivamente, alcanzaban así una buena marca para la cantera del Celta, que ha tenido que esperar sesenta años para que tres de los goles al Deportivo llevasen sello gallego.

En la anterior ocasión que el conjunto coruñés había encajado un 4-1 en su visita a Vigo, fue en la décima jornada de Liga de la temporada 1955-56, que se disputó el 13 de noviembre de 1955. Mauro ejerció aquel día de Aspas, con dos tantos, y Azpeita le daba mayor valor añadido a un triunfo que se completó con un tanto de Cerdá.

Desde entonces, el Celta había ganado a su eterno rival por un marcador de 4-0 (temporada 1959-60) y otro de 5-0 (temporada 1984-85), pero con ambos equipos en Segunda División.

El resultado más abultado en un derbi gallego a favor del Celta en la máxima categoría fue el 6-1 que obtuvo en la jornada 29 de la temporada 1951-52.

En Primera, el Celta también le marcó cuatro goles al Deportivo en la temporada 1946-47, tanto en el partido celebrado en A Coruña (1-4) como en el de Vigo (4-2), según los datos que maneja Celta Historia (@celtahistoria).

En Segunda División, el último futbolista gallego en anotar un gol para el equipo vigués ha sido el ourensano Vicente Álvarez, en un partido disputado en marzo de 1987.

Jonny Castro es, con 19 años y 12 días, en 2013, el céltico más joven en disputar un derbi en la máxima categoría. El vigués fue el protagonista del cuarto gol, anotado por Orellana, otro habitual goleador en el clásico gallego, que ayer celebró por todo lo alto el centenario de Eduardo Berizzo como entrenador del Celta.